En la noche del <b>miércoles 13</b> de este mes, en nuestro país, en la zona Itakyry, Alto Paraná, otra tormenta abatió dos de las torres que sostienen la línea de 500 kV que vincula Itaipú con la subestación de Villa Hayes, que durante el gobierno de Fernando Lugo (2008/2012) fue financiada por Brasil y construida por Itaipú, con la hasta ahora injustificada prescindencia de la ANDE.
La situación que enfrenta Itaipú debido a la interrupción del transporte eléctrico al sistema brasileño, según la nota oficial, desconectó “varias unidades generadoras del sector de 60 Hz”, resultante a su vez de la desconexión de líneas de transmisión de 765 kV, “posiblemente causados por el temporal que afectó a la región entre Foz de Yguazú e Ivaipora, en Brasil.
Vertedero/aliviadero
El otro síntoma, destacado inclusive en el título del material informativo oficial fue la consecuente “apertura de las compuertas del vertedero” de la represa, para “compensar la abrupta disminución del caudal” que pasaba a través y de las turbinas.
La situación obliga a los responsables de la binacional a operar solo con 6.700 de los 14.000 MW, o sea apenas con el 48% de su potencia instalada, y derramar a través de su vertedero 1.363 m3/s.
Se apunta, asimismo, que no hubo daño en las instalaciones de la central hidroeléctrica y que “no fue afectada la interconexión con la ANDE”.
En fuentes brasileñas, METSUL.COM, en su última publicación sobre el hecho, sin el lenguaje diplomático de la binacional, señala que “las violentas tormentas que azotaron el Estado de Paraná el sábado derribaron líneas eléctricas e interrumpieron las transmisión desde la planta”.
Evitaron un apagón binacional
El fenómeno y sus consecuencias en el sistema obligó a la binacional a realizar “maniobras de emergencia para evitar un apagón en Brasil y Paraguay”.
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La velocidad del viento, según la publicación brasileña, fue superior a los 100 Km/h, como el que afectó al Paraguay en la noche del miércoles 13 de este mes, razón por la cual se concluye que estas torres fueron diseñadas según los manuales de la Asociación Brasileña de Normas Técnicas y no con el de la Norma Paraguaya, que existe, para estos casos.
Las negativa de la ANDE en 2010 a fiscalizar la construcción de la línea de 500 kV, pese a la crítica de sus técnicos y de sus organizaciones sindicales, ante su reciente experiencia en Itakyry, Alto Paraná, debe revisarse profundamente, aun cuando haya “redundancia” en materia de líneas de transmisión en nuestro territorio, como lo señalaba desde la zona del desastre su gerente técnico, Ing. Miguel Báez, porque como apuntaban en fuentes técnicas independientes de la ANDE, la caída de una línea de transmisión, de alta tensión, “es una contingencia muy grave, especialmente en un país como el nuestro, con solo dos líneas de transmisión en 500 kV.
Llama la atención que la empresa eléctrica estatal haya optado hasta la fecha por el silencio institucional, a pesar de que en su archivos haya documentos de sus propios técnicos que apuntaban, con mucho énfasis, los puntos vulnerables de la línea donada por Brasil y construida por Itaipú, en territorio paraguayo. La necesidad de evitar eventos como los ocurridos, exigen, en el peor de las casos, la cuidadosa inspección de toda la línea.
“Normalización”
Alrededor de las 15:40 de ayer, las oficinas paraguayas de la entidad binacional informaban que la central “normalizó sus operaciones en el sector de 60 Hz., razón por la cual decidió cerrar las compuertas del vertedero de la represa, la que permaneció abierta “por tiempo limitado, con valores de cauda estrictamente necesarios para compensar la reducción parcial de la generación”, explica.
Añade la binacional “continúa operando con normalidad, con plena disponibilidad de potencia y energía, así como la interconexión con la ANDE”. Nada dice, obviamente, de la situación de las líneas brasileñas que fueron afectadas por el temporal del sábado.