El festival surgió como una iniciativa de ofrecer desde el municipio un reconomiento y homenaje a las colectividades que con su aporte constribuyeron a construir y siguen construyendo una ciudad cosmopolita, como es la característica de Encarnación.
Desde la Dirección de Cutura de la Municipalidad, y la Dirección de Turismo se planteó organizar una feria de gastronomía donde se aprecie el arte y la cultura de estas comunidades, y así nació la idea de una fiesta de Encuentro de Culturas, que tuvo el decidido apoyo del intendente Sebastián Remezowski y el concejal Jorge Hrisuk, quien con la fuerza que lo caracteriza le dió su decidido impulso, sostuvo la directora de Cultura, Lara Chamorro.
Fueron tres días de fiesta en los que el público pudo conocer y disfrutar de la música, la danza, los trajes típicos y la gastronomía de los diferentes colectivos de inmigrantes afincados en la capital departamental, algunos tan antiguos que se remiten a los principios del siglo pasado, como las colectividades alemana, libanesa, ucraniana, argentina, entre otras.
El espectáculo también comprendió la exhibición de películas, entre ellas una sobre la vida del gran guitarrista compatriota Agustín Barrios, entre otras expresiones del arte y las costumbres que dan vida y conforman el mosaico de culturas que caracterizan a Encarnación.
La directora de Cultura de la Comuna, Lara Chamorro, destacó el gran apoyo recibido por el público que asistió masivamente a los encuentros, que se desarrollaron en el “Paseo de los Aromas”, un sector de la avenida Costanera ubicado en parte de lo que fue la antigua y desaparecida “Villa Baja” de Encarnación.
La fiesta comenzó el día jueves, continuó el viernes, y debió concluir el sábado, pero las condiciones climáticas de ese día obligaron a posponer hasta el domingo la noche de cierre.
“El éxito logrado con esta primera edición alienta a seguir, con mayor impulso, y a fijar esta celebración en el calendario de actividades que ofrece la ciudad entre sus atractivos turísticos. Encarnación tiene que ser una ciudad turística todo el año, no solamente en temporada de carnaval y de playas”, afirmó el concejal municipal Hrisuk.
Cada una de las comunidades participantes atrapó el interés del público. La más “nueva” de las colectividades que habita Encarnación es la venezolana. Su representante, Liss Manzo, destacó el cariño y receptividad que les dio el Paraguay, lo que hizo que “no solo me ha enamorado del país, sino que me hace sentir en casa después de haberlo perdido todo”, dijo, y confesó su deseo de “no irme más de aquí (sic)”.
Manzo llegó con sus padres en el 2018, luego de haber estado en otros países en calidad de inmigrante, donde no encontró el afecto y la receptividad que le dieron aquí, según afirmó.