El viernes 22 de octubre el distrito de Borja, distante a unos 212 km de Asunción y a 25 km de Villarrica, cumplió 243 años de vida institucional. El aniversario coincide con la fiesta de su santo patrono: “Señor Crucificado de la Buena Esperanza”, que lo conmemoraron con una misa de acción de gracias y una procesión por las calles principales de la ciudad.
El año pasado, por la pandemia del coronavirus, la fiesta patronal y fundacional con actividades como jineteadas y un karu guasu no se pudo realizar. En esta oportunidad hubo solo actividades religiosas y todo respetando el protocolo sanitario.
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El párroco de la comunidad, Aldo Marín, ofició la misa central y posteriormente hubo una procesión con la imagen del santo patrono por las calles principales del centro de Borja, que fue acompañado por todos los fieles.
Este distrito cuenta con unos 10.000 habitantes y su principal fuente económica es el cultivo de caña dulce, no obstante, también se está proyectando para explotar el turismo interno. Fue fundada en 1.778 por el entonces gobernador e intendente del Paraguay, Pedro Melo de Portugal, quien más tarde se convertiría en virrey del Río de la Plata.
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La iglesia de Borja, homónima de su patrono, fue declarada en el 2020 como un “Bien de Valor Patrimonial” por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) por su majestuosa estructura que data hace más de dos siglos, de la época de evangelización franciscana, según los datos.