Desde el 13 de setiembre, la modalidad del sicariato como ajuste de cuentas se instaló en Asunción y está lejos de ser controlada por las fuerzas policiales. Ese día se registraron tres víctimas.
Los primeros dos asesinados fueron el hermano y la madre del microtraficante Édgar Eduardo Cardozo Salgueiro, alias Pira’i. La familia fue atacada mientras estaba tomando tereré en la vereda en el Bañado Sur. Cabe recordar que el delincuente era integrante del clan Rotela pero había sido asesinado previamente por sus “compañeros” por no saldar una deuda.
Esa misma noche fue atacado el empresario Mauricio Schuartzman, quien fue acribillado alrededor de las 23:00 cuando intentaba ingresar a su vivienda. Los delincuentes incluso raptaron a dos empleados para poder perpetrar el crimen.
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La cuarta víctima en Central fue el capitán de Navío Humberto Fleitas Giménez, quien un mes antes ya había sufrido un atentado pero se salvó por huir con dirección a la casa del titular de la cartera del Interior. No obstante, el 28 de setiembre ya no pudo huir porque lo acorralaron con dos vehículos y balearon su rodado, asesinándolo en cuestión de minutos. Este hecho ocurrió 15 días después del crimen de Schuartzman.
Tras 15 días de “silencio” en esta zona del país, nuevamente ayer en horas de la noche se registró otro ataque en Asunción. Jorge Fernando Miranda Ayala, de 44 años, fue asesinado a balazos por dos personas en una cancha del barrio San Pablo de la ciudad capital. Recibió 13 impactos de bala y, pese a que había más personas en el sitio, solo él fue el blanco del ataque.
Así, Miranda se convirtió en la quinta víctima de sicariato en los últimos 40 días y, según los datos, se registra al menos un ataque de sicarios cada 15 días entre Asunción y Central.
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¿Cómo avanzan las investigaciones?
El jefe de Homicidios, Crio. Hugo Grance, resaltó que en el caso del empresario Schuartzman “no hay orientación precisa” aún para esclarecer el móvil o los atacantes. Alegó que siguen trabajando en los elementos técnicos, pero el análisis de datos es lento.
En cuanto al caso del capitán de Navío, añadió que no tienen aún datos sobre el móvil del crimen pero que ya identificaron a quien sería el propietario actual del vehículo utilizado para el crimen. Adelantó que próximamente enviarán informes a la Fiscalía sobre el primer sospechoso individualizado, aunque aclaró que deben determinar si esa persona no “volvió a vender el auto”.
En lo que respecta al caso ocurrido anoche, resaltó que Miranda Ayala era “conocido” en el mundo delincuencial y ya tenían informaciones sobre su presunta participación en un secuestro exprés, en asaltos y en el microtráfico. “Una de las hipótesis que tenemos es que tuvo inconvenientes con su banda”, consideró.
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“Somos pocos”
En otro momento, el comisario Grance hizo énfasis en que cada día se registran más casos y el personal disponible en el Departamento de Homicidios no da abasto. “Cada día ocurren más hechos y somos pocos, eso de repente enlentence todo, pero se está trabajando”, enfatizó en contacto con ABC.
El jefe de Homicidios también añadió que están realizando comparaciones balísticas con respecto a las armas utilizadas en cada caso y, a priori, al menos dos de los ataques podrían tener coincidencias.
Así también, dijo que -según su percepción- los casos de sicariato registrados en Asunción y Central no son cometidos por el crimen organizado sino por grupos que se dedican a actividades delictivas menores y realizan “ajustes de cuentas”.
Finalmente, aseguró que están trabajando para esclarecer todos los casos, pero que las investigaciones toman su tiempo.