Los delincuentes, quienes aparentemente utilizan como refugios los improvisados campamentos instalados en las principales plazas de la ciudad, roban todo lo que encuentran a su paso y que pueden reducir rápidamente, como el cobre y elementos de iluminación, generando graves perjuicios a los emprendedores.
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En la mañana de hoy, los empleados de Servilibro, empresa ubicada en el predio de la plaza Uruguaya y que se dedica a la venta de libros, confirmaron que nuevamente recibieron la visita de los maleantes, la cuarta en un corto tiempo.
Esta vez los intrusos abrieron uno de los dos compresores de acondicionadores de aire instalados en el sitio, para robar el motor, que cuenta con una gran cantidad de cobre. Al mismo tiempo, los maleantes rompieron una parte de la pared del salón de ventas para poder llevar la mayor cantidad posible del cableado eléctrico, que también era del mismo metal, muy requerido por los reducidores.
Vidalia Sánchez, propietaria de Servilibro aseguró que de un tiempo a esta parte los marginales se apropiaron de la plaza Uruguaya, pese a que esta cuenta con el vallado de hierro.
“En horas de la tarde y la noche el lugar era utilizado por los vecinos para efectuar caminatas en pareja o en compañía de hijos menores, explicó la empresaria.
Sin embargo ahora, una vez que cae la penumbra, desconocidos en su mayoría jóvenes se apoderan del histórico espacio público y aprovechan la falta de iluminación para consumir sustancias prohibidas y luego salen a robar.
Pese a las reiteradas denuncias efectuadas en la comisaría jurisdiccional, la 3° de Asunción y en la Municipalidad, nunca se dio una solución a esta problemática.
“Supuestamente hay dos guardias que puso la comuna en el lugar, pero estos nunca aparecieron”, comentó Vidalia Sánchez.
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Café del Teatro, en las narices de la Comandancia de la Policía
Igualmente, estos mismos sinvergüenzas y holgazanes no le dan tregua al Café del Teatro Municipal, que está instalado sobre la calle Alberdi entre Presidente Franco y El Paraguayo Independiente, en la vereda de enfrente a la Comandancia de la Policía Nacional.
El productor teatral Kaí Barreto, responsable del Café del Teatro Municipal denunció que en apenas tres meses desconocidos amparados en oscuridad de la madrugada rapiñaron en más de siete oportunidades el lugar.
Pese a las reiteradas denuncias efectuadas en la policía y que el sitio está solo a pasitos de la Comandancia de la Policía, los maleantes vuelven una y otra vez para robar focos de luz, cables, placas y todo lo que pueden quitar de las paredes.
Tras la última denuncia nos pusieron un policía de guardia, pero aparentemente el agente también se retira del lugar tras el término de actividades, situación que aprovechan los maleantes para asestar sus golpes.
Rapiñan estatuas
Por otra parte la directora de Patrimonio de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Angela Fatecha, procedió a retirar siete piezas parisinas instaladas en la Plaza Independencia - Constitución. Algunas de se encuentran en muy mal estado, ya que fueron rapiñadas como la “Primavera”, a la que le falta un brazo.
La plaza fue convertida desde diciembre del año pasado en uno de los refugios improvisados que los políticos del oficialismo instalaron en la capital para sus electores, por ende, estos han convertido estos sitios históricos en verdaderos aguantaderos, según denunciaron.
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A esta situación de robo y rapiña a locales comerciales ahora se suma, los asaltos a usuarios del transporte público, quienes son abordados por estos criminales en el microcentro de la capital una vez que cae la noche.
A partir de las 20:00, las personas que esperan ómnibus en las paradas del centro de la capital se exponen a ser víctimas de estos criminales que operan a sus anchas aprovechando la ausencia de la Policía, según denunciaron los afectados.