Según una de las facturas presentadas en la denuncia de la intendentable Johanna Ortega, el 13 de marzo del 2020 la Municipalidad de Asunción compró 15 saturómetros a G. 885.000 cada uno. La firma beneficiada fue la “Distribuidora Diest Medicinal”, que se llevó casi G. 40 millones en una sola compra de varios productos. Este escándalo se conoce ya como los “Nenecho Papers” e involucran al exintendente y actual candidato al rekutú, Óscar Nenecho Rodríguez (ANR).
Ayer, en la conferencia de prensa llevada a cabo para intentar justificar las millonarias adjudicaciones, el jefe de Gabinete de la Municipalidad, Wilfrido Cáceres, aseguró que los saturómetros fueron comprados para “los vacunatorios de Asunción habilitados para la contención de la pandemia”.
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En el mundo aún no había vacunas contra el Covid
Sin embargo, en esas fechas ni siquiera había en el mundo una vacuna contra el COVID ni tampoco se sabía cuándo el país iba a tener acceso a las mismas para combatir el nuevo coronavirus. Apenas habían pasado dos días desde la declaración de la cuarentena sanitaria. Recién a finales de ese año se aprobó el uso de emergencia de las primeras vacunas a nivel mundial. El 8 de febrero del 2021, el Ministerio de Salud habilitó los primeros vacunatorios y el 18 de febrero del 2021 llegó el primer lote de dosis antiCOVID al Paraguay.
Es más, en la fecha que figura en dicha factura ni siquiera se había aprobado el préstamo en el marco de la Ley de Emergencia Sanitaria, por lo cual se podría sospechar hasta de la producción de facturas falsas para justificar el uso de los fondos.
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Expusieron datos por oden judicial
Solo después de una orden judicial en el marco de la ley de transparencia, la Municipalidad se vio obligada a publicar los documentos relacionados al uso de los G. 21.000 millones asignados a la Comuna durante la pandemia, que fueron solicitados por la candidata a intendenta de Asunción, Johanna Ortega, en varias ocasiones.
Luego de la liberación de los papeles, salieron a la luz numerosos contratos multimillonarios realizados por la Dirección General de Gestión de Reducción de Riesgos y Desastres durante el 2020, con fondos de emergencia habilitados en el marco de la pandemia del COVID-19. Se denunciaron presuntos sobrecostos en varios productos que van desde el mencionado saturómetro, que en el mercado no cuesta más de G. 150.000, hasta detergentes.