Alliana recordó en su discurso que los estatutos partidarios refieren que “es obligación de los socios o afiliados apoyar y trabajar a favor de los que hayan sido proclamados por la mayoría” y que “se declarará borrado de la lista de los socios a cualquiera que contraríe los propósitos de nuestra asociación”.
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“Nada hemos añadido al legado que nos dejaron nuestros mayores. Por tanto, estamos apelando a la recta conciencia de todo buen colorado, cuyo deber cívico y moral es respetar y cumplir las normas rectoras del partido”, amenazó Alliana.
Igualmente, volvió a apelar al “abrazo republicano” para permanecer en el poder en el 2023. Puntualmente, Alliana agradeció a Dios por tener “al Partido Colorado una vez más unido para enfrentar los grandes desafíos que tenemos acá cerca, a la vuelta de la esquina, el próximo 10 de octubre, en las elecciones municipales. De eso dependerá la permanencia del Partido Colorado en las próximas elecciones presidenciales”.
“Mi pedido hoy, antes de empezar el discurso, es que dejemos de lado todas nuestras diferencias personales y que apoyemos sin condicionamientos a todos los candidatos”, insistió.
Tregua para las elecciones
“Este abrazo republicano es el símbolo de una tregua de honor pactada para que podamos encarar con la plenitud de nuestra vitalidad los próximos compromisos electorales. Entre nosotros no existen capitulaciones deshonrosas sino renunciamientos generosos, mirando ese interés superior de garantizar la victoria”, dijo Alliana reiterando que lo que les importa principalmente son la elecciones próximas.
También coincidió con el presidente Mario Abdo Benítez en que el partido es más importantes que los referentes particulares. “Nuestra lealtad es con el partido, no con los hombres, que somos circunstancias en el gran registro de nuestra vida institucional”, apuntó.