El ministro del Interior, abogado Arnaldo Euclides Giuzzio Benítez, de 53 años de edad, y el comandante de la Policía Nacional, comisario general comandante Luis Ignacio Arias Navarro, de 55 años, lograron que el presidente de la República les concediera un plazo de entre 60 a 90 días para revertir la crítica situación de inseguridad que se vive en Paraguay.
“Miren, yo al presidente le dejé mi renuncia en blanco, como le dije anteriormente. Tanto el comandante como este ministro tienen plazos y somos dueños de los resultados. Si no hay resultados, obviamente vamos a dar un paso al costado. Por eso la exigencia es generar resultados para todos”, declaró el ministro del Interior a la salida de la audiencia con Mario Abdo Benítez en Mburuvichá Roga.
Videovigilancia, pero solo en su barrio
Arnaldo Giuzzio lleva casi nueve meses como ministro. Asumió en vez de Euclides Aceveceo luego del secuestro de una pareja brasileña en la comisaría de Torín.
Lo primero que hizo al tomar el cargo fue suprimir las barreras policiales y anunciar que iban a implementar un novedoso y ansiado sistema de videovigilancia en las rutas, supuestamete para evitar las coimas. Sin embargo, aquello quedó solo en palabras.
Eso sí, Arnaldo Giuzzio inauguró recientemente un moderno sistema de monitoreo que funciona en la comisaría 53ª Central del barrio San Miguel de San Lorenzo, coincidentemente en la jurisdicción donde vive el ministro del Interior.
Tragada de dinero y la famosa “falsa sensación”
Luis Arias, en tanto, tiene seis meses como comandante, aunque era subcomandante desde 2019.
El ministro Anticorrupción, René Fernández, lo acusó ayer de poner obstáculos a la investigación paralela que hace esta secretaría de Estado sobre la presunta tragada de dinero del rubro de combustibles de la Policía Nacional, caso que iba a quedar archivado e impune si es que no se publicaba en los medios de comunicación.
Durante el anterior pico de inseguridad, Arias ordenó a sus subalternos declarar que se trataba solo de una falsa sensación y culpó a la prensa de desatar una situación de pánico al publicar los casos de violencia.
Los cambios
Los dos principales responsables de la seguridad interna del país, Giuzzio y Arias, convencieron al presidente de la República utilizando el último recurso que tenían disponible para mantenerse en sus cargos, que es ejecutar una movida general en la cúpula policial para ganar tiempo ante las severas críticas de la ciudadanía.
En ese sentido, Arias envió a retiro a sus últimos camaradas de la promoción 1989 para promocionar a otros comisarios generales de la promoción 1990, que de hecho ya venían reclamando cargos de relevancia.
Por ejemplo, el que era director general de Inteligencia Policial, Gilberto Fleitas, es ahora el subcomandante, en remplazo de Víctor Balbuena.
El que era director de Policía de Central, Carlos Cáceres, asume como director general de Prevención y Seguridad, en vez de Saturnino Villalba.
Silvino Jara deja de ser director de Policía de Amambay para ser director general de Investigación Criminal, en vez de Julio Díaz.
Baldomero Jorgge asciende de director de Investigación de Hechos Punibles a director general de Inteligencia Policial, sustituyendo al ahora subcomandante Gilberto Fleitas.
Walter Cardozo deja de ser director de Científica y Técnica y asciende como director general de Talento Humano, ante la salida de Jorge Coronel.
Humberto Ayala era director de Logística y Abastecimiento y ahora es director general de Administración y Finanzas, en lugar de Jorge Medina (investigado por la supuesta tragada del rubro de combustible).
Germán Real Medina se mantiene como director general de Isepol.
Gustavo Enciso sigue siendo director general de Justicia Policial.
Myriam Bazán continúa como directora general de Sanidad Policial.
Más cambios
Además de los nuevos directores generales (tres estrellas) que fueron promovidos ayer, hoy se deben conocer a los nuevos directores (dos estrellas) que van a completar así el lote de 43 comisarios generales que tiene que tener la Policía Nacional. El comandante Luis Arias es el único que queda de la promoción 1989. El nuevo subcomandante Gilberto Fleitas es de la remesa 1990, así como los ocho directores generales. El cuadro de 23 directores va a ser conformado desde hoy por oficiales de las promociones 1991 y 1992. Los ascensos de estos últimos, automáticamente, van a motivar también nuevas designaciones en departamentos claves, como Crimen Organizado e Investigaciones.
Perversa guardia privada
La perversa pero lucrativa práctica de las guardias privadas, que la semana pasada se cobró la vida de un policía que trabajaba para un casino de Asunción, tiene que ser erradicada definitivamente de la Policía Nacional.
El caso del suboficial mayor Santi Figueredo Santacruz, quien fue asesinado por asaltantes el viernes último sobre la avenida San Martín, dejó al descubierto que miles de uniformados de esta institución siguen operando como guardias y secretarios de particulares, en detrimento de la ciudadanía que a su vez queda desprotegida en las calles por la cantidad insuficiente de personal policial.
El citado efectivo era prácticamente un empleado más del casino Bingopar Candilejas. De hecho, fue ultimado cuando regresaba al referido negocio luego de retirar un caudal de un banco.
Junto con la tragada de dinero del rubro de combustibles, las guardias privadas son los “negocios” más lucrativos para los comisarios, que en la mayoría de los casos duplican o triplican sus salarios con estas prácticas corruptas.
El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, había advertido que actuaría con mano dura contra la rosca corrupta de la Policía, pero paradójicamente durante su gestión estallaron más escándalos que en los últimos periodos de sus antecesores.