El informe del ente contralor, que se dio a conocer ayer, reveló que la empresa Engineering, de Juan Andrés Campos Cervera, no habría cumplido con las especificaciones técnicas de la pintura de la pasarela, que ya comienza a oxidarse, según verificaron in situ los auditores, evidenciando las mismas en fotografías anexas al documento.
“Cabe señalar que, en las verificaciones in situ realizadas por el EA (equipo auditor), se constató que la estructura tiene en varios sectores puntos de oxidación”, resalta la CGR y agrega que “el consumo de materiales (pinturas) consignado en el análisis de precios del convenio modificatorio N° 1 es muy diferente a los establecidos en las fichas técnicas de productos que reúnen las condiciones establecidas en las especificaciones técnicas”.
Por otro lado, el organismo contralor resaltó que la Pasarela no servirá para el libre usufructo y circulación del público en general, debido a que sus accesos se asientan en predios públicos (el Parque Ñu Guasu y el Comité Olímpico Paraguayo), pero con restricciones horarias para el acceso a la misma.
“El MOPC realizó una inversión de gran envergadura en predios que, si bien son públicos, los mismos cuentan con restricciones horarias y, a pedido exclusivo del COP para un evento en particular (Juegos ODESUR); además, el proyecto no previó veredas peatonales para la circulación desde la autopista Ñu Guazú a ninguna de las cabeceras de la pasarela”, resalta.
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Las instalaciones eléctricas son un peligro
Según la Contraloría, el MOPC permitió que se ejecuten obras sin que las mismas cumplan la norma paraguaya (NP 2 028 96) para instalaciones eléctricas de baja tensión, así como con lo determinado en el reglamento para instalaciones eléctricas de la ANDE, dejando a esos trabajos vulnerables al vandalismo, reduciendo la vida útil de la obra exponiendo al peligro de electrocución.
Benevolente MOPC con la empresa Engineering
La contraloría también destacó que el MOPC no exigió el cumplimiento del plazo dispuesto, tanto en el Decreto N° 2025/2019 como en el contrato y sus modificaciones y, además, no cuenta con un acto administrativo expedido por la máxima autoridad que autorice el desplazamiento (de los plazos), así como tampoco procedió a la aplicación de las sanciones correspondientes.
La obra registró un aumento indebido del monto del contrato de G. 3.142.820.246 en los convenios modificatorios N° 1 y N° 2, violando los artículos 4 y 62 de la Ley N° 2051/03 de “Contrataciones Públicas”, porque se agregó una cantidad de ítems distintas a los planos proveídos y con precios diferentes a los del mercado.
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Más llamativo aún es que del monto mencionado, G. 1.253.086.010 corresponden a “costos indirectos” que se agregaron en beneficio de la contratista, que consiste en el aumento de su ganancia y otros “gastos generales”, según el documento. En estos convenios modificatorios solo el 3,6% corresponden a costos directos (la obra propiamente) y los costos indirectos (ganancia y otros gastos) aumentó 80% respecto a lo que ofertó la empresa, de los cuales 114% fue el aumento del “beneficio” qué se fijó para Engineering.
En esta segunda auditoría la Contraloría analizó las obras propiamente ejecutadas, mientras que en la primera que realizó se centró en la licitación propiamente, donde reveló que la licitación estuvo direccionada a la conocida “superproveedora”.
La pasarela se adjudicó por G. 12.437 millones a Engineering, pero su precio se incrementó a G. 14.121 millones luego de los convenios modificatorios 1 y 2, que según la Contraloría, se firmaron para beneficiar a la contratista, porque ni siquiera cuenta con especificaciones técnicas.