Considerando el contexto mundial en el que el COVID-19 sigue presente y también afecta a la población infantil, el pediatra Pío Alfieri, director del Hospital Niños de Acosta Ñu, sostuvo que tendrá que discutirse cuanto antes el uso de las vacunas en niños y adolescentes.
Esto es sobre todo teniendo en cuenta que la población infantil debe reincorporarse al sistema educativo en forma presencial y necesitan estar protegidos.
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Chile ya dio el ejemplo
Ejemplificó que ayer, lunes, Chile aprobó el uso de la vacuna Sinopharm para niños a partir de 6 años.
Sobre esto, puntualizó que el mundo tendrá que empezar a preocuparse por este sector de la población.
Sostuvo que, a su criterio, comenzaría a vacunar en Paraguay desde los 6 años, para que puedan ir a la escuela, y resaltó que todas las vacunas serán útiles para inmunizar también a los chicos.
Manifestó que tiene muchas esperanzas de que a fin de año ya se pueda vacunar a los más pequeños.
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Menos coronavirus, pero preocupa post COVID
Por fortuna, contó que en el Hospital Pediátrico que dirige están teniendo muy pocos casos de coronavirus en niños, gracias a que la situación sanitaria en nuestro país está muy controlada.
Lo que sí se está presentando son casos de post COVID en menores, que desarrollan el síndrome inflamatorio multisistémico tres o cuatro semanas después de haber tenido el virus.
En este contexto, se tuvo aproximadamente 43 casos de adolescentes con cuadros post COVID complicados.
Alertó que es un cuadro muy serio, pero si se hace un diagnóstico temprano existe un tratamiento con el que en su mayoría los adolescentes se recuperan muy bien.
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Mucha atención con la fiebre
El pediatra advirtió que cualquier niño que tenga fiebre tres o cuatro semanas después de haber estado expuesto al virus en la familia debe consultar inmediatamente al pediatra.
Este cuadro debe ser muy observado porque puede dispararse hacia afecciones cardíacas, respiratorias y de cualquier otra parte del organismo.
Ante toda este preocupante escenario, el doctor Alfieri espera que el mundo responda al requerimiento de los niños y genere la cantidad de vacunas necesarias para inmunizarlos lo antes posible.
Salud mental infantil, también afectada
Con respecto a las consultas psicológicas para niños y adolescentes, refirió que existe un claro impacto en la salud mental, a consecuencia de las medidas de restricción que llevan un año y medio.
El doctor Alfieri precisó que desde los tres o cuatro años, los niños ya pueden desarrollar crisis de pánico u otro tipo de afectaciones en su salud mental, debido a que todas las conversaciones que escuchan últimamente son relacionadas al coronavirus, la enfermedad, el temor y la muerte.
“Es notable cómo aumentaron las consultas por crisis de pánico, síntomas que no veíamos nunca en consultorio”, comentó.
Amor y diálogo son la clave
Ante casos como estos, recomendó a los padres acercar a los menores al pediatra para asegurarse de que no tenga nada físico. Luego, en la casa, recomendó demostrar amor y hablar con los hijos. “Asegurarles que los chicos se enferman poco y que si se enferman los vamos a ayudar, enseñarlos a manejar los temores con mucho diálogo”, explicó el médico.
Por otro lado, aclaró que si los niños ya tuvieron COVID pueden enfermarse igual nuevamente, tanto con la variante delta como con el mismo tipo ya contraído.
En el caso de que ambos padres se hayan enfermado de COVID y el hijo aparentemente no, se debe considerar que lo más probable es que el menor también haya tenido la infección sin haber desarrollado síntomas.