Arrancando por el servicio en general que históricamente fue pésimo, los pacientes se encontraron con que debían esperar 30 a 60 minutos para que se restablezca el sistema de conexión para provisión de medicamentos, agendamientos e incluso para resultados de estudios médicos. Por qué no hay un técnico que solucione esto, se preguntaba la gente. Muchos de ellos madrugaron para sus consultas presenciales.
No faltaron los disgustos por la desorganización en el protocolo que afectó a enfermos crónicos. Victoria Escobar relató a ABC que anteriormente había un plan donde se indica que hasta 15 días después de la fecha marcada podían igual buscar sus remedios. Pero esta mañana les dijeron que primero el IPS debía hacer un supuesto “desbloqueo” para facilitar los pedidos.
Norma Delgado, recalcó el eterno problema de agendamiento vía call center. Dijo que llamó varias veces al 0800 11 5000, a la linea baja 021 219 3000 y al 180. Tuvo varias respuestas: como “este número ha sido cambiado”, “usted está en el puesto 100, su tiempo de espera es de tantos minutos.., y así no hay persona que tenga paciencia. Una mujer dijo que se sale del hospital más enfermo de los nervios que por las dolencias por las que asistió en principio.
El drama no paró allí. Mabel Francou denunció que existen retrasos en el pago por aislamiento preventivo. Afirma que tuvieron inconvenientes su esposo, y sus dos hijos. Cuenta que, el hombre se aisló en noviembre y recién en mayo le pagaron. El departamento de Recursos Humanos de la empresa donde trabaja su hija le expresó que en 15 días vuelva a verificar si ya está habilitado el cobro. Y a su hijo no le correspondía porque le faltaba tener un mes más de aporte. Le exigieron cumplir los cuatro meses.
Lea más: IPS: asegurados prefieren ir a clínicas periféricas
Polvo, incomodidad y la pregunta de por qué no lo hicieron antes
No faltaba ser adivino para saber que al suspender las consultas a distancia, la alglomeración de personas era de esperarse. Pero no se entiende como en año y medio de suspensión de presencialidad no hicieron los trabajos de refacción como se debe, en tiempo y en forma.
El caso del IPS Boquerón es el claro ejemplo. Mientras los enfermos esperaban ser atendidos o aguantarse que el sistema informático no funcione debían estar cerca del polvo, atravesando incomodidades por los trabajos de limpieza o el ruido de los martillazos para refaccionar varios sectores.
“Por que carajo no se hizo cuando había pandemia, cuando no había gente”, se quejaron los asistentes. A este calvario se le suma que durante el recorrido de un equipo de ABC, las personas decían que no había lavatorio de manos ni alcohol en gel. “Es una burla”, sostuvieron.
Lea más: Hacinamiento y desorden en IPS, que desde hoy aplica solo consultas presenciales
En el momento de nuestra presencia solo observamos a algunos cuantos obreros haciendo algún que otro trabajo, pero cuando se les insistía en por qué la demora aparecieron repentinamente más trabajadores. Uno de los encargados de las obras que no se identificó, “invitó” a nuestro equipo periodístico a que se retire y pida permiso a las autoridades del IPS para tomar fotografías o recoger informaciones. AGB es la empresa contratada para las refacciones correspondientes.
Otra dependencia con edificio “nuevo” y con el “sistema caído”
El Centro de Especialidades de Salud, también del IPS donde se atienden casos de rehabilitación y salud mental sufrió por varios minutos el mismo problema. Inconvenientes que generaron la larga espera de asegurados que hoy desde la 08:00 estuvieron buscando ser atendidos.
Muchos debieron resignarse y aguardar para obtener sus medicamentos o cumplir con las consultas para las que fueron. No faltó quien no llegara tarde a su lugar de trabajo por este sistema de atención. Finalmente luego de casi una hora, se normalizó el servicio.
Lea más: Las consultas presenciales son imprescindibles para un buen diagnóstico