La continuidad del suministro y la estabilidad de los niveles tarifarios de la ANDE, también preocupan al país

El suministro de energía eléctrica y la estabilidad de los actuales niveles tarifarios de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) son las dos preocupaciones que se suman a la ya pesada carga de inquietudes del ciudadano paraguayo, acentuadas por las duras secuelas económicas de la pandemia desatada por el Covid-19 y la histórica bajante del río Paraná, que redujo hasta niveles nunca vistos la producción de Itaipú, Yacyretá y Acaray.

Subestación de Margen Derecha de la central hidroeléctrica Itaipú. De ella depende la atención del más del 80% de la demanda del mercado eléctrico paraguayo, así como una parte importante del consumo brasileño, en este caso de más del 50% de la energía paraguaya que aaún recibe en carácter de "cesión".Gentileza
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Ciertos intentos de tranquilizar a la población, como “el suministro de energía eléctrica está garantizada pese a la crisis hidrológica” o ... por el momento se tiene asegurado el suministro de energía eléctrica al Paraguay” imputables al actual presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa, en la generalidad de los casos tienen un efecto contrario a lo pretendido e inclusive de confirmación de los malos presagios.

La frase “... por el momento se tiene ...”, inclusive, se parece mucho al estilo de los oráculos que leímos en la mitología griega. En efecto, ¿cuánto dura el lapso que comporta ese “por el momento”? Además ¿se tiene en vez de “tenemos”? solo podría entenderse que él y los actuales administradores de la estatal tampoco están muy seguros en cuanto a respuestas a la crisis.

Si llueve cambia todo”, manifestaba igualmente el técnico actual responsable del rumbo de la empresa eléctrica estatal y añadía “... si no..., lógicamente, vamos a ir...” y la frase se interrumpió , ignoramos si por el entrevistador, el redactor del material informativo o por el entrevistado al darse cuenta de que si la completaba se le rompía el esquema que se había propuesto.

“Tenemos margen”

En su intento, no muy convincente por cierto, de conjurar la amenaza del suministro eléctrico interruptus al mercado nacional, Sosa recordó que en febrero, mes en que el pico del diagrama de carga de la ANDE alcanzó 3.777 MW, dijo que, aún así, llegamos al 43% de la potencia que corresponde al Paraguay. No explicó si hablaba de la potencia instalada o de la disponible para contratación.

De acuerdo con los registros que las oficinas paraguayas de la entidad binacional divulga cada mes, en los primeros siete meses de este año, la Itaipú generó 38.497 MWh, 15% menos que en 2020 y que el sistema paraguayo retiró en ese lapso 8.887 MWh, 5% menos que en el ejercicio precedente. Por consiguiente, en ese lapso aprovechamos el 46% y cedimos a Eletrobras el 56% de nuestra energía en Itaipú.

También, como una de las medidas para hacer frente a las crisis hídrica, Sosa se refirió a la creación de una plataforma con las instituciones del sector (ANDE, Itaipú, Yacyretá, Comip, Viceministerio de Minas y Energía y la Cancilleriía) y cuya primera reunión técnica va a tener lugar este mañana.

El fantasma del tarifazo

La segunda inquietud a la que nos referíamos en el primer párrafo de este material se relaciona, en forma estrecha, con el fantasma del tarifazo, que una vez más planea amenazante sobre nuestras cabezas.

También sobre este punto el oráculo Sosa fue fiel a ese estilo. “La ANDE absorberá los altos costos actuales, por ahora ...”. “... Todavía esta diferencia de precio de la energía va a absorber la ANDE. Si llueve cambia todo. Si no ... lógicamente, vamos a ir...”, el material informativo que se redactó con sus declaraciones nada dice de ese destino, menos aún de la dirección”. No obstante, con todos estos elementos, el pronóstico no es complicado: subsidio o aumento de tarifa. ¿Una tercera opción? La danza de la lluvia de los brujos convocados, por más frenética que sea, no es confiable.

“... Pese a que en ningún momento se está pensando todavía ... en un reajuste tarifario. No Existe hasta el momento ninguna posibilidad de transferir al cliente final del Paraguay ese aumento de precio de la energía eléctrica”. El “todavía” injertado en medio de la oración o el “hasta el momento”, una vez más empuja a concluir lo opuesto.

El 70% de su presupuesto

Recordemos que, de acuerdo con recientes documentos de la estatal, solo en los seis primeros meses del año, en compra de energía ya gastaron G. 2..321.762.150.905 de los G. 3.302.049.004.560 del presupuesto que le aprobaron en el marco del PGN para comprar energía eléctrica. En otras palabras, en seis meses gastó ya el 70,31% y le quedan 29,69% para enfrentar los requerimientos en la materia en el segundo semestre del año.

Recordemos también que el costo medio de la energía de la central paraguayo/brasileña hace tres años que sube, de US$ 26,2/MWh en en 2018 a US$ 28,2 en 2020. El correspondiente a los ocho primeros meses de 2021 no fue publicado aún.

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