Hijazi había sido acusado hace más de una década bajo los cargos de lavado de dinero, asociación criminal y evasión impositiva, por los fiscales Juan Carlos Duarte y Adolfo Marín. Sin embargo, un tribunal de sentencia integrado por Ana Arréllaga, Graciela Flores y Efrén Giménez, absolvió al entonces procesado. Arréllaga y Flores ya no son juezas, en tanto que Giménez es camarista en el Alto Paraná.
El fallo fue confirmado por la Cámara de Apelaciones. En tanto, la Corte Suprema rechazó en el año 2008 una acción de inconstitucionalidad.
Velázquez, en aquel entonces fiscal adjunto de Alto Paraná, dijo ABCTV que reunieron una gran cantidad de elementos para acusar a Hijazi y los otros procesados, por lo que –incluso– llegaron agentes de la justicia estadounidense para profundizar las investigaciones.
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“Comenzamos a hacer varios allanamientos en las casas de cambio. Trajimos muchísima información en el Ministerio Público y una computadora muy importante en la cual se establecía toda la ruta del dinero de la Triple Frontera que iba al Medio Oriente vía los bancos de los estadounidenses”, refirió.
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“El Ministerio Público llegó a juicio oral. Y el Poder Judicial dijo que: ‘no había elementos suficientes para la condena’. Es decir, el Ministerio Público hizo todo su trabajo y fueron blanqueados por el Tribunal de Sentencia”, subrayó.
Eduardo Cazenave dice que el blanqueo era inminente
El abogado Eduardo Cazenave, quien en aquel entonces sucedió a los fiscales Duarte y Marín, expresó que tenía instrucciones claras de apartar al tribunal porque la fiscalía general, entonces a cargo de Rubén Candia Amarilla, manejaba informes de que iban a blanquear a Hijazi.
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“En 2007 participé del juicio oral, le recusé al tribunal, se suspendió el juicio, fue a la Cámara de Apelación, la Cámara confirma al tribunal, se inicia el juicio nuevamente y ellos pretendían resolver los mismos incidentes que ya resolvieron, entonces consideré eso como una preopinión, y volví a recusar al tribunal”, dijo Cazenave.
“Mi intención siempre fue que ese tribunal no entienda esa causa. Había cierto interés en resolver ya. Al recusarle la segunda vez el tribunal me dijo que se va a hacer el juicio y que no podía recusar dos veces. Como persistían en hacer el juicio, yo me levanté y me fui”, indicó. Mencionó que así obró para forzar la suspensión del juicio, porque era inminente el blanqueo.
Exhorto revela los detalles
El exhorto remitido al Paraguay por la justicia estadounidense revela los detalles de las operaciones que motivaron el procesamiento del brasileño de origen libanés Kassem Mohamad Hijazi, quien llegó a depositar US$ 1.600.000 en 20 bancos, en menos de dos años.
El reporte enviado al país refiere lo siguiente: “Una investigación realizada por las autoridades policiales identificó a Hijazi como un lavador de dinero de alto nivel que opera en Ciudad del Este, Paraguay. La investigación reveló que, entre mayo del 2019 y diciembre de 2020, Hijazi realizó una serie de aproximadamente seis transacciones financieras para lavar fondos que representaban y que él creía que eran fondos derivados del tráfico de drogas”.
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Agrega que Hijazi usó cuentas bancarias de terceros, incluidas algunas que estaban abiertas en entidades de Nueva York, EE.UU., para llevar a cabo sus actividades de lavado de dinero.
En un caso, bajo la dirección de las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, una fuente confidencial (CS, en sus siglas en inglés) le pidió a Hijazi que ayudara a lavar aproximadamente US$ 300.000 que la CS presentaba como ingresos provenientes de drogas. Hijazi ordenó a la CS que entregara los fondos a un asociado suyo en Suiza.
Hijazi luego ordenó a su asociado que hiciera dos depósitos en cuentas bancarias en los Estados Unidos, designadas por la CS, una en Nueva York y otra en Florida, por un total de US$ 252.000 (US$ 300.000 menos la comisión de Hijazi). Sin que el brasileño-libanés lo supiera, ambas cuentas estaban controladas por las autoridades policiales.
En total, Hijazi ordenó que se depositaran aproximadamente US$ 1.600.000 en cuentas designadas por la CS y se utilizaron cuentas bancarias en aproximadamente 20 entidades diferentes “para completar esos depósitos”.
Hijazi quedó preso en a Agrupación Especializada. Su juicio será tramitado ante el juez José Delmás.
Los tres sancionados
CIUDAD DEL ESTE. Los tres comerciantes de Ciudad del Este sancionados por los Estados Unidos por actividades ilícitas como lavado de dinero y asociación criminal tienen o tuvieron movimientos comerciales en la Triple Frontera.
En el caso de Kassem Mohamad Hijazi empezó a operar como cambista dentro de la comunidad árabe asentada en Ciudad del Este. Luego instaló una casa de cambios clandestina denominada Telefax SA Préstamos Prendarios, que fue clausurada en 2004.
El brasileño seguía operando como importador en el edificio Salah I, ubicado sobre la avenida Adrián Jara de Ciudad del Este.
Otro de los sancionados, Khalil Ahmad Hijazi operó por varios años una empresa denominada España Informática SA, que en 1979 fue constituida como unipersonal y en 2004 pasó a convertirse en una sociedad anónima. Luego cambió su nombre a Apolo y actualmente está cerrada.
Liz Paola Doldán es fundadora y presidenta de Mobile Zone Internacional Import Export SRL, un local de electrónicos que ocupa salones de la galería Jebai Center, Ciudad del Este.