El ministro habló en la ocasión que la recuperación del país requiere de cambios estructurales y citó los proyectos que están impulsando para modificar el sistema de compras públicas, ley de la función pública y el que creará la superintendencia de pensiones, dentro de este contexto también mencionó el plan de convergencia al tope de déficit de 1,5% del PIB establecido en la ley de responsabilidad fiscal.
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En el informe presentado en el webinar “Proyecciones 2021”, organizado por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), se plantea un plan de convergencia fiscal con un fuerte compromiso para mejorar la calidad del gasto, en el marco de la nueva institucionalidad fiscal.
A esta afirmación acompaña un cuadro de la nueva proyección de déficit fiscal para los próximos dos años y la convergencia en 2024, ya con un nuevo gobierno instalado.
Nueva proyección
El cuadro confirma que la administración central cerrará el presente ejercicio con déficit del -4%, que ya está establecido en la Ley N° 6672 de Presupuesto General de la Nación 2021.
Además, prevé para 2022 culminar con un saldo rojo de -3%; en 2023 bajaría -2,3% y en el año 2024 cerraría con -1,5% del PIB como está establecido en la ley de responsabilidad fiscal.
Las proyecciones, sin embargo, presentadas en 2020 dentro del plan de convergencia inicial, ya contemplaba un déficit del -4% para el presente año; para 2022 se debía reducir a -2,8% y para 2023 a -2,1%, de tal modo a que en 2024 termine en el tope de -1,5% del PIB.
Más deuda
En el informe de Hacienda presentado el último jueves en la ADEC, no da detalles del porque se amplía el déficit con relación al plan inicial, pero implica que se recurrirá a una mayor de deuda de la que se tenía previsto para financiar los programas presupuestarios en 2022 y 2023.
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Cuando el año pasado se había planteado el plan de convergencia fiscal, tras las críticas de economistas y exministros de Hacienda que pedían volver al tope lo más rápido posible, desde Hacienda se argumentó que se necesitaba mantener un cierto nivel de inversión pública para que la economía se recupere, primero de la recesión y luego de la pandemia por covid-19.
El déficit fiscal es el resultado del acelerado ritmo de endeudamiento que se viene dando en el país desde el gobierno de Horacio Cartes (ANR), proceso que continúa con la administración de Mario Abdo Benítez (ANR).