El Ing. Juan José Encina, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (Fiuna) y presidente de la sección paraguaya de la IEEE, la organización internacional que reúne a ingenieros eléctricos y electrónicos, ante esta encrucijada apunta las siguientes fórmulas: la disminución de sus costos de generación o el aumento de sus ingresos.
Como la disminución de sus costos de generación es una atribución de las binacionales, especialmente de Itaipú, instrumentarla no depende de la ANDE, sino a los gobiernos de turno de nuestro país y del Brasil, hecho que, a su vez, se supedita a la solución que adopten en la revisión de las disposiciones del Anexo C del Tratado de Itaipú, cuyas primeras medidas, como la reducción de su tarifa en proporción al achicamiento del saldo de su deuda, comenzaría ya en enero de 2022.
En cuanto al segundo factor, el aumento de los ingresos de la ANDE, debe señalarse también que sus posibilidades tampoco dependen de la estatal, al menos en los montos y en los plazos requeribles para evitar una crisis mayor.
El fantasma de otro “tarifazo”
Sus ingresos mensuales pagados por la entidad binacional (Utilidad y Resarcimiento) son insuficientes; ¿nuevos préstamos? Recordemos que su deuda trepa ya a US$ 1.402,88 millones. El pago de sus clientes morosos, pese a que la tasa correspondiente llegó a niveles nunca alcanzados, tampoco sería suficiente. ¿Un nuevo subsidio proveniente del PGN? La respuesta, debido a la pandemia está visible para todos.
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... Entonces, una vez más, como en marzo de 2017, que como un fantasma, recargado por el Covid-19, planea sobre la cabeza de sus usuarios el aumento de sus tarifas, en el momento preciso en que el virus maldito dejó un tendal desocupados, en el marco de un Producto Interno Bruto contraído, a pesar de los anticipos optimistas de los pronosticadores oficiales.
Esta suerte de diagnóstico de la coyuntura del mercado eléctrico paraguayo, por otra parte, explican ciertas declaraciones del actual presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa, casi como una voz discordante con el frondoso equipo que provee al actual Poder Ejecutivo de las posibles estrategias que aplicará en las inminentes negociaciones con Brasil sobre Itaipú.
En efecto, mientras el equipo de referencia hablaba de la necesidad de cubrir con otros gastos o inversiones “la brecha” que dejaría la deuda saldada de Itaipú, que no tienen relación directa con la generación de energía, inclusive en un conservadurismo que podría calificarse como atenuado, defiende la que llamaron: “tarifa intermedia”, o sea US$ 15/kWmes, la actual, la elevada, está en US$ 22,60/kWmes, y la del Anexo C, sin la carga de la deuda, que bajaría a US$ 9,61/kWmes a principios de 2023, Félix Sosa, en más de una ocasión, se manifestó partidario de la reducción de la tarifa de Itaipú y, si los gobiernos optasen por mantenerla, que los ingresos adicionales- ¿una parte? resultantes se canalicen hacia la cuentas de la ANDE.