Deambulan por las calles a toda hora. La gente los mira y los ningunea. Son como un accesorio urbano en la Capital pero no significativos. Sin embargo, detrás de cada uno de ellos hay toda una historia.
En las ultimas horas ingresaron al refugio 26 hombres y 4 mujeres. Por lo menos hasta antes de las 07:00, varios continuaban durmiendo. Es que los 9°C invitan a estar bajo frazadas. La SEN sigue ofreciendo el mismo servicio totalmente gratuito, con una cama, colchón y abrigo. A esto se le agrega el desayuno caliente y también una cena que cada noche les espera. El sitio tiene calefacción y carpas para evitar el ingreso del viento sur.
Al llegar, varios lo hacen pasadas las 18:00, se les brinda la posibilidad de asearse y los que quieran acceden hasta un corte de cabello y una afeitada. Como estamos en tiempos de pandemia del COVID se respetan los protocolos sanitarios con el control de temperatura, lavado de manos y distanciamiento físico.
Una charla para conocerlos y darles la importancia que se merecen
Desde hace un tiempo, para no aburrirse, los beneficiados acceden a sillones para descansar y recuperar energías. Son personas que en gran parte perdieron sus familias, cayeron en ciertos vicios o entraron al submundo de la mendicidad.
Los “dueños de casa” aprovechan y dialogan con ellos. Ante el ninguneo al que son sometidos constantemente en las calles, los albergados tienen ganas de hablar, según Rubén Cuevas, uno de los responsables del lugar. Mientras van preparando su mate o el tereré, ven la televisión e intercambian experiencias.
Escuchan sus vivencias, sus antecedentes, su pasado. En ese momento y sin ser algo establecido, los funcionarios de la SEN dan consejos. Les dicen que analicen sus vidas y busquen la manera de recuperarse en todos los sentidos: la salud, la vida familiar y el aspecto laboral. Son seres humanos que merecen una nueva oportunidad, refirió Cuevas. La motivación es lo ideal para que ellos salgan adelante de manera positiva.
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Hasta familiares quieren deshacerse de sus adultos mayores
El vocero de Emergencia Nacional reveló que les llegan denuncias sobre casos de personas de tercera edad de 70 años para arriba que son rechazadas por sus propios parientes. Manifestó que les tratan de inútiles y los dejan a su suerte en la calle.
Lamentó que no respeten la trayectoria, el aporte de ellos cuando eran más jóvenes. Cuevas considera que, en muchos casos, los ancianos fueron antes sostenes de familias, habrán construido casas e hicieron estudiar a sus hijos y que ahora estén así es muy triste, sostuvo.
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Creen que no habría otra ola fría en este invierno
Cuevas vaticina que estas temperaturas menores a 10°C persistirían hasta fin de mes, teniendo en cuenta que setiembre ya es el mes de la primavera. De igual manera, el denominado Operativo Invierno está siempre alerta para activarse cuando las circunstancias así lo ameriten.
La perspectiva es que el sábado suban nuevamente las temperaturas. La Dirección de Adultos Mayores del Ministerio de Salud colabora con las tareas; también de ser necesario se traslada a los enfermos para una mejor atención médica.
Las personas que deseen avisar de la presencia en la calle de algún indigente pueden comunicarse al (021) 440-997/8 o al sistema 911. La Policía también hace un trabajo de apoyo con sus patrullas. A aquellos que deseen quedarse en la calle se les provee de alimentos calientes y una frazada. El valioso albergue está en el predio de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), organización mundial, en la calle Fulgencio R. Moreno e/ EE.UU. y Tacuarí.
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