“Patrón” que iba a fugarse se entregó hace solo 11 meses

La fuga que fue abortada por la Policía el jueves de noche en la penitenciaría regional de Pedro Juan Caballero, supuestamente, fue organizada y financiada por el “patrón” de la cocaína Norberto Esquivel Escobar, alias Rambo. Este y sus tres “secretarios” que intentaban evadirse serán trasladados a otra prisión.

De izq. a der.: Norberto Esquivel Escobar, Mario Neri López, César Esteban Ojeda Sánchez y Luis Gustavo Rodríguez González.
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Los cuatro presos que iban a escapar el jueves último de la citada cárcel fronteriza son justamente el supuesto capo de las drogas Norberto Esquivel Escobar, de 56 años; su hombre de confianza Mario Neri López, de 43 años; el presunto microtraficante Luis Gustavo Rodríguez González, de 19 años, y el secuestrador César Esteban Ojeda Sánchez, de 25 años.

Norberto, quien es apodado Rambo, por su contextura física, era investigado por la Unidad de Investigación Sensible (SIU) de la Policía Nacional como el líder de una estructura que traía cocaína de Bolivia, la acopiaba en Paraguay y la reenviaba a Brasil.

De hecho, el 24 de noviembre de 2019, dicha unidad policial incautó una carga de 150 kilos de cocaína luego de un enfrentamiento a tiros que se desató cuando una avioneta descargó la droga en una pista clandestina de Zanja Pytá.

En ese procedimiento, fueron detenidos Edgar Daniel Torales y Mario Neri López. Este último, alias Tatu’i, es justamente uno de los que también iba a escapar el jueves de noche la cárcel con su jefe Rambo.

Norberto Esquivel, alias Rambo, sería también el dueño de otra carga de 347 kilos de cocaína capturada otra vez por SIU de la Policía en idénticas circunstancias, el 18 de enero de 2020, pero en la zona de la colonia Cerro Cora’i de Pedro Juan Caballero, donde fueron apresados un paraguayo, un boliviano y un brasileño que recibieron la mercancía en la pista intervenida.

Aparentemente creyendo que podría “arreglar” su situación procesal, Rambo se presentó sorpresivamente ante la justicia el 8 de setiembre de 2020. Fue nada menos que en el Palacio de Justicia de Asunción, en el despacho del juez Gustavo Amarilla, quien a su vez decretó su prisión.

Sin embargo, desde entonces Rambo sufrió varios reveces judiciales a tal punto de que la Fiscalía ya pidió que su causa sea elevada a juicio. Casi con seguridad, Rambo y su secretario Tatu’i serían condenados a elevadas penas, lo que podría haber ocasionado que al final el capo se decidiera en planear su escape.

Microtraficante y secuestrador

De los otros dos que se iban a fugar, Luis Gustavo Rodríguez González es un supuesto microtraficante detenido el 23 de junio de 2020 en Pedro Juan Caballero en una casa que funcionaba como “boca de fumo”.

Policías de Antinarcóticos, que arrestaron esa noche a otros tres hombres, manejaban la información de que en el lugar había armas largas depositadas, ya que los detenidos supuestamente operaban también como sicarios.

En tanto que César Esteban Ojeda Sánchez, otro de los atrapados antes de la evasión, soporta una condena de 21 años por el secuestro de un niño brasileño de 12 años, ocurrido el 17 de agosto de 2017 en Ponta Porá, al otro lado de Pedro Juan Caballero.

César es pariente de una mujer que trabajaba para la familia de la víctima y admitió haber participado en el plagio.

Guardia detenido

Por otro lado, el guardia de la empresa Tapití, Tomás Darío Monges Meza, de 34 años, quien quedó arrestado luego de que admitiera que iba a ayudar a escapar a los reclusos a través de su garita, sería imputado en las próximas horas, aunque aún se analiza qué figura utilizar en este caso.

El guardia Tomás Darío Monges Meza, detenido por facilitar el intento de fuga.

Monges era funcionario contratado del Ministerio de Justicia y trabajaba justamente como guardiacárcel en Pedro Juan Caballero hasta que en agosto del año pasado fue descubierto un nuevo túnel en el pabellón del PCC, siete meses después de que 76 reos del mismo sector escaparan por medio de una primera excavación.

Cuando eso, el citado agente penitenciario y varios otros fueron incluidos en un sumario ante sospechas de que facilitaron la excavación del segundo túnel.

Tras ser descontratado por la administración de la ministra Cecilia Pérez, Monges consiguió trabajo como guardia en la empresa de seguridad Tapití, cuyo dueño es el expolicía Vidal Machaco Orihuela y que tiene adjudicada la cobertura perimetral de varios presidios.

Cecilia Pérez dijo a ABC que ellos exigieron a Tapití que no designaran como guardias de las prisiones a aquellos que fueron destituidos del Ministerio de Justicia justamente por sospechas de complicidad

Pero increíblemente, Tapití comisionó a Monges otra vez para ir a custodiar el perímetro externo de la misma cárcel de Pedro Juan Caballero, hasta que ahora ya fue detenido en flagrancia.

El dueño de la empresa Tapití prometió dar una explicación en el transcurso de la tarde.

El ahora detenido Tomás Darío Monges Meza es hijo de otro funcionario penitenciario.

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