Hasta el arroyo Mburicaó, en su desembocadura con el río Paraguay, llegaron los encargados de esta verificación para investigar si efectivamente el arroyo presentaba ese aspecto rojizo que motivó la denuncia. Les acompañaron también los encargados de la Unidad especializada de delitos ambientales del Ministerio Público, pero no vieron que las aguas tengan ese tono. Lo que sí comprobaron es que el arroyo tiene un tono gris oscuro y un olor característico de residuos cloacales.
El vídeo que tomó Norma Pereira en la zona de la Costanera y publicó luego en redes es contundente y así se lo puede ver con el color rojo sangre tomando todo el recorrido del arroyo.
Como existen industrias cárnicas en los alrededores se tomaron algunas fotografías y vídeos para analizar de dónde provienen los supuestos efluentes rojos.
Se comprometieron a que el Ministerio del Ambiente monitoreará la zona, y fiscalizará las industrias que operan en la cuenca del Mburicaó, hasta dilucidar la veracidad de esta denuncia.