El año pasado, en pleno auge de la pandemia, la peor sequía de los últimos años causaba tremendos estragos en toda la producción de la región, que sostiene su economía en la rueda agroganadera. Pese a que hubo algunas lluvias durante este año, lo cierto es que no fueron del volumen esperado, por lo que está latente repetir los escenarios del año pasado, cuando muchos productores se vieron obligados a vender su producción a un precio irrisorio.
Acarreo de agua e incendios forestales ante sequía en el Chaco
Werner Friesen comentó que los productores están administrando como pueden sus volúmenes de pasto, forraje y agua, pero que igualmente es una situación difícil. El panorama con las semanas puede igualmente tornarse crítico, sumado a esto que la estación de invierno es en cuanto a lluvias impredecible. El Chaco se caracteriza por tener pocos niveles de lluvia y los productores del sector ganadero de alguna forma se prepararon para un año seco, con reservorios, pero igualmente es una situación atípica.
Recientemente, las principales cooperativas del Chaco Central mediante un comunicado hace un mes hicieron un llamado a la población chaqueña a racionalizar el uso del agua, ya que por falta de lluvias los reservorios no se llenaron. La situación es la misma en los campos.
A todo esto se suma el funcionamiento aún a medias del acueducto, que pese a realizar bombeos a sus abductoras, aún no cuenta con la conexión estable a las comunidades y beneficiarios concernientes a la tercera etapa de la obra.