Visto que el inicio de la producción de la binacional data del 4 de mayo de 1984, según los registros oficiales, la energía de “prueba” en ese ejercicio fue suministrada en forma gratuita.
En febrero de 1986, el Consejo de Administración de la entidad decidió subirla a US$ 14,75/kWmes, que tampoco reflejaba con fidelidad el costo de Itaipú.
El entonces director general paraguayo de Itaipú, Ing. Enzo Debernardi, explicaba a la prensa luego de esa reunión del organismo administrativo de Itaipú, que se trataba de un “escalón intermedio”, entre los US$ 10/kWme y US$ 16,50/kWmes, que si reflejaba el costo de la binacional, según explicó.
US$ 17,10/kWmes
Apuntemos empero que en 2009, año en que el gobierno de turno de nuestro país planteó a su par brasileño la negociación de un pliego de seis reclamos paraguayos, los negociadores consiguieron un documento de la Dirección Financiera de Itaipú, que siempre tuvo conducción brasileña, esa tarifa debió ser US$ 17,10/kWmes, para que la entidad terminara de pagar su deuda en 2023.
Sin embargo, el 4 de abril de ese mismo año, en otra sesión del Consejo, a través del entonces director general brasileño, Ney Braga, se supo que Brasil había cambiado de posición, al pedir ¿o exigir? que esa tarifa cayese de nuevo a US$ 10/kWmes.
La bola de nieve se desprendía entonces de la montaña y comenzaba a rodar hasta medir, al menos hasta 1997, US$ 4.193 millones, descargados luego sobre la tarifa de Itaipú y, por ende, sobre los consumidores.