Días atrás, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) apostados en la principal terminal aérea de nuestro país atajaron dos cajas que iban a ser remesadas por el sistema courier a aquel país del Viejo Continente.
Los paquetes llamaron la atención de los investigadores por algunas características que los mismos no mencionaron y luego aparentemente los expusieron a uno de los perros amaestrados, que sin dudar alertó que había algo ilegal entre la carga, según informaron.
Esta situación fue informada a la fiscala antidrogas Lorena Ledesma, quien dispuso la retención de las cajas, que finalmente fueron abiertas en la mañana de hoy en la oficina de Atención Permanente del Palacio de Justicia.
Efectivamente, los agentes encontraron pequeñas cargas de cocaína ocultas entre finas láminas de hule, que estaban ocultas entre documentos y algunas hojas sueltas.
En total fueron incautadas 522 gramos de la droga, que de haber llegado a destino iba a representar una ganancia de 40.000 euros a la organización criminal que la intentó enviar desde nuestro país, según explicaron las fuentes.
Responsables de la Senad confirmaron que la modalidad de envíos través del sistema de encomiendas sigue siendo una de las principales formas en que las estructuras criminales surten de drogas las principales ciudades de Europa.