El Senado es el último bastión anticartista y data de 2017 cuando -junto a la ciudadanía y parte de la comunidad internacional especialmente EE.UU.- impidieron que se instale el nefasto proyecto de la “enmienda mau”, que buscaba habilitar inconstitucionalmente (Art. 189) al entonces presidente de la República Horacio Cartes y también a Fernando Lugo para que vuelvan a candidatarse para el Palacio de López.
En ese tiempo (2017), 25 senadores conformados por colorados cartistas, liberales llanistas, todos del Frente Guasu y de Unace atropellaron la Constitución para aprobar ilegalmente el proyecto de reelección. Felizmente no tuvo continuidad el trámite legislativo porque en Diputados se frenó En ese entonces presidido por Hugo Velázquez (ANR), actual vicepresidente.
El fracaso de la “enmienda mau” fue una “espina clavada” en el corazón del movimiento de Cartes porque truncó su proyecto de seguir formalmente en el poder.
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Tras la aparente ruptura de la frágil alianza entre Mario Abdo Benítez y Cartes, el “Nuevo Rumbo” volvió a la carga por la “conquista” del Senado para este periodo legislativo que se inició el 1 de julio y concluye el 30 de junio de 2022. ¿Por qué es importante este periodo? Porque le permite ubicar a un leal cartista en la línea de sucesión presidencial, atendiendo que el vicepresidente Velázquez tendrá que renunciar para hacer campaña de cara al 2023 y de paso acorralar aún más a Abdo, a un año de fenecer su mandato. Aunque algunos sostienen que Cartes tenía en la mira jurar como senador activo para lograr fueros ante una posible movida internacional. De ser cierta la versión, es muy difícil que 23 senadores se “suiciden” políticamente de esta manera.
Ante el interés del “Nuevo Rumbo” de tomar el Senado -como ocurre en Diputados-, un sector anticartista se movió rápidamente para lograr al menos 23 de votos y continuar siendo ese bastión. Como no cerraban los números, se tuvo que prometer “blanqueos”, especialmente al procesado Javier Zacarías Irún (ANR), quien llamativamente se alejó de la carpa cartista. El “blanqueo” al acusado Rodolfo Friedmann (Añetete) no fues solo por voto sino más bien una demostración de poder del anticartismo. Se unió Sixto Pereira, quien tiene denuncia de supuesta instigación a invasión de tierras. Lo peligroso es que el “blanqueo” siga siendo moneda de cambio para alcanzar votos.