La ley de fomento a la producción láctea creó un impuesto al sector que se destina a una cuenta del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), para financiar el programa nacional de control, prevención y erradicación de la brucelosis. Sin embargo, dichos recursos no están siendo utilizados debido a que eran principalmente para indemnizar a los productores cuyas vacas dieran positivo a los análisis de brucelosis, con el objetivo de erradicar la enfermedad, señaló el presidente de la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac), Erno Becker.
Explicó que el cambio de metodología en el plan de combate a la brucelosis se debió a recomendaciones de expertos ante la mala experiencia que se tuvo en países, en los que se implementaron sistemas de indemnización a productores por animales positivos, que no sirvieron para el objetivo pretendido, de erradicar dicho mal.
“La ley debe ser modificada para que los fondos puedan ser aplicados para el plan que está siendo implementado por el Senacsa, estamos analizando con el Senacsa”, expresó Becker.
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Por su parte, el presidente del Senacsa, doctor José Carlos Martin, comentó que el plan lechero se va desarrollando bastante bien. Destacó que hay buena comunicación del Senacsa con el sector de la industria lechera y también buen nivel de información, con los acopiadores y con los procesadores. “Ahora tenemos un nuevo plan de erradicación de la brucelosis, que está en borrador; tenemos que analizar cómo avanzar; falta establecer el plan para ganado de carne”, acotó.
La brucelosis bovina es una enfermedad infectocontagiosa de carácter crónico que afecta a bovinos, ovinos, caprinos, suinos, otros mamíferos y al hombre, causada por bacterias del género brucella y se caracteriza principalmente por producir aborto, en los últimos meses de gestación.
Campañas de vacunación
Martin explicó que el plan para el control y erradicación de la brucelosis contempla un programa de inmunización anual hasta reducir al mínimo la prevalencia y la incidencia de dicho mal sobre el hato nacional, y no se prevé el sacrificio de animales positivos en esta etapa aún.
Con los datos de prevalencia que se manejan de la brucelosis en el país, si se aplicara la ley de Fomento a la Producción Láctea, la cantidad de animales que podrían ser eliminadas se estiman en unas 825.000 hembras bovinas, que a un precio de G. 3.500.0000 requerirían de unos US$ 427 millones, fondo que no se dispone.
Como dato, en la reciente campaña de inmunización contra la brucelosis, el Senacsa informó que fueron vacunadas contra dicho mal unas 1.132.098 hembras desmamantes, de unos 16.398 propietarios, y fue con la cepa RB51.