Antes de que termine el invierno, muchos pobladores ya comenzaron a realizar la práctica ilegal de quemar pastizales con el objetivo de eliminar malezas y utilizar el campo para pastoreo de animales vacunos; sin embargo, ocasionan un grave daño al ecosistema y hasta afectan a la salud.
El fin de semana último, los focos de incendio se pudieron observar en la zona del río Pirapó, en la compañía Boquerón del distrito de Caazapá. Además, hubo fuego en la zona de Isla Jovai del distrito de San Juan Nepomuceno. El fuego en la zona de San Juan Nepomuceno fue en la cuenca del arroyo Capiibary-mi.
En octubre y noviembre del año pasado, en el departamento de Caazapá, los focos de incendio en pastizales y bosques alcanzaron picos alarmantes y los cuerpos de bomberos no pudieron dar abasto para combatir los siniestros. Los incendios se concentraron igualmente en la zona del Parque Nacional Caazapá, de 16 mil hectáreas, que abarca los distritos de San Juan Nepomuceno, Tavaí y Abaí, donde el fuego arrasó con miles de hectáreas de bosque natural que forma parte del Bosque Atlántico Alto Paraná. La pérdida ambiental fue incalculable.
Igualmente, se tuvo un incendio que daño enormemente el ambiente en la zona de humedales conocida como Isla Susu, que por más que sea un área de reserva declarada por Ley de la Nación, no cuenta con guardaparques y el lugar está a merced de los lugareños, quienes entran en la zona a prender fuego para cazar animales silvestres, dejando daños ambientales a su paso.
En el departamento de Caazapá se cuenta con 3 compañías de bomberos del CBVP (amarillos): en la capital departamental, San Juan Nepomuceno y Yuty. Este año se inició la formación de la cuarta compañía, que estará en la ciudad de Buena Vista. Lamentablemente, una quinta se desea formar en la ciudad de Tavaí, que se encuentra en una zona estratégica entre dos parques nacionales, pero no se está pudiendo avanzar en la organización.