El saldo rojo en la Caja Fiscal viene creciendo sostenidamente desde el año 2015, lo que implica un importante egreso para la cartera estatal cada año, según se puede observar en el registro histórico del Ministerio de Hacienda.
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Este déficit se da porque los ingresos que provienen de los aportes jubilatorios del sector público no logran cubrir los egresos por los haberes que están pagando a los jubilados. El problema radica en las regulaciones del sistema que permite, por ejemplo, que docentes puedan jubilarse antes de los 45 años, o que militares y policías se retiren con tasas de sustituciones de privilegio.
Los sectores deficitarios son justamente los de maestros, policías y militares. Si bien una parte del déficit se cubre con el superávit de los demás sectores, la diferencia que se termina abonando con los recursos del Tesoro es cada vez más importante.
A la fecha el monto abonado por el fisco con nuestros impuestos para cubrir este saldo rojo de la Caja de Jubilaciones del sector público es de G. 3,97 billones, unos US$ 593 millones al cambio actual, similar a la emisión de bonos soberanos presupuestado por el Gobierno para cada ejercicio.
Solo en el 2020, el déficit de la Caja Fiscal que fue cubierto con recursos del Tesoro alcanzó G. 1,017 billones (US$ 150 millones), 29% más que en el 2019; mientras que en los primeros cinco meses de este año, ya se acumula un déficit del 33%, equivalente a una diferencia de G. 484.842 millones (US$ 70 millones). Con lo pagado en 2020 y parte de este año, ya se cubrirían los requerimientos del Ministerio de Salud para este segundo semestre.
Reforma y quiebre
Tras una reforma parcial realizada en el 2004 por el exministro de Hacienda Dionisio Borda la aplicación de algunos ajustes permitió reducir el déficit por un tiempo, pero esto nuevamente fue creciendo debido a varias modificaciones realizadas por el Congreso posteriormente, y desde la máxima instancia judicial para la equiparación de salarios de jubilados respecto a sus pares del sector activo.
Hasta el 2014, la Caja Fiscal presentaba saldo positivo; sin embargo, desde el 2015 se produce un quiebre y se pasó a un déficit de G. 70.000 millones a finales de ese año y así sucesivamente fue subiendo hasta llegar a G.1,017 billones en el 2020.
Incluso este déficit podría incrementar aún más si prospera un fallo de la Corte a favor de marinos mercantes que reclaman el cobro de haberes jubilatorios por encima de los topes legales, ya que se teme un efecto en cadena a las demás cajas.
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La Caja cuenta con más de 67.000 beneficiarios jubilados y unos 230.000 aportantes activos.