Ante el reclamo del secretario general del Sindicato de Trabajadores de la ANDE (Sitrande), Esteban Montanía, que los trabajadores se sienten excluidos de este proceso tan importante, como es el de la revisión del Anexo C, porque el gobierno se llama a silencio y agregó que la percepción de la gente “es que jugamos de acuerdo a lo que el Brasil quiere”, y se refirió a la deuda espuria, la construcción de puentes, los convenios por US$ 300 millones de Itaipú con la ANDE y Eletrobras, entre otros puntos.
Domínguez respondió que hay posiciones que se hacen en una perspectiva y se sitúan como reales cuando que son aseveraciones, “como lo que decís de la deuda espuria”. “Ese rótulo de la deuda espuria era de la deuda que no se iba a terminar de pagar nunca, y sin embargo, se termina en el 2023, por ejemplo. Cuidemos como nos expresamos porque causan heridas las expresiones y esas heridas causan división y lo peor que podemos hacer es llegar divididos a un proceso de revisión”, advirtió. No obstante, no explicó que podría llamarse a la deuda de más de US$ 4000 millones que se acumuló a raíz de la reducción de la tarifa de Itaipú, contraria al Tratado, que los organismos de administración de la binacional decidieron en 1986.
Agregó que sobre el disenso se puede construir, cuando es respetuoso. “Hoy tenemos discordia y el desafío primero es que tenemos que convertir esa discordia en disenso que construya. Queremos que todos los que quieran sumar, sumen. Quiero que sean aliados constructivos de este proceso. Muchas veces se confunden roles y se hacen alianzas para destruir, sin intención a veces, pero con la pasión del momento. Y nos estamos agrediendo”, dijo a los representantes sindicales del sector energético.