Vecinos del barrio Mbocayaty tienen que hacer malabarismos para pasar de un sector a otro, porque el puente de la zona fue arrastrado durante un temporal, ya el 31 de enero pasado y la municipalidad nada ha hecho para reponerlo desde entonces.
La pasarela, ubicada sobre el arroyo Guasu, es muy importante porque sirve para conectar el barrio con las ciudades de Ñemby y Villa Elisa y ahora están obligados a caminar más de dos kilómetros para salir a esperar transporte de pasajeros.
Los afectados deben pasar por el cauce y trepar un barranco para llegar a los almacenes de la zona, pero en los días de lluvias ya no pueden realizar esa odisea. En la cima de la zanja instalan una piola para subir, pero dicha aventura es solo para los jóvenes; la gente mayor debe de caminar más de dos mil metros.
“Estamos a 20 kilómetros de la capital del país y vivimos como Tarzán, trepando árboles y barrancos para pasar de un lugar a otro. Es una lástima todo esto que estamos pasando por la desidia de las autoridades”, indicó un vecino y miembro de la comisión vecinal, Lorenzo Vera.
Comentó que desde que se cayó el puente, hace cinco meses, recurrieron a la municipalidad para la reconstrucción, pero no encontraron respuesta.
Ahora los vecinos deben de realizar actividades para recaudar fondos y construir, al menos, para una pasarela peatonal y evitar que la gente siga caminando varios kilómetros.
“Queremos construir al menos una pasarela peatonal para que los vecinos ya no sigan caminando más de 40 minutos para llegar a sus casas y evitar que se siga bajando al arroyo y trepar los barrancos para pasar de un lugar a otro”, explicó Vera.
Otro vecino alegó que la inseguridad en la zona es alarmante y los pobladores caminan más de 40 minutos para salir a la avenida principal y la oscuridad es el principal aliado de los delincuentes que a diario hacen de las suyas.
Con la derrota del jefe comunal, Raúl Mendoza, amarillista, en las internas del domingo la posibilidad de tener un nuevo puente son aún más remotas. Los pobladores indicaron que el intendente pidió votos para reconstruir la pasarela. Otra de las preocupaciones de los vecinos es que en el lugar se tira una gran cantidad de basura y ramas de árboles.
El jefe comunal manifestó que la reconstrucción del puente orillaba los G. 600 millones y que la comuna no tenía recursos.