Cumpliendo con todos los protocolos sanitarios para evitar la propagación del COVID-19, participaron de esta tarea aproximadamente 170 técnicos e ingenieros, paraguayos y brasileños, de las diversas divisiones de Mantenimiento. El objetivo de este procedimiento planificado es garantizar el buen funcionamiento de las máquinas y, de esa forma, optimizar la disponibilidad operacional de la Central, entregando energía con calidad y confiabilidad, destacaron desde la entidad.
Se llevaron a cabo distintas intervenciones en forma coordinada, conforme a un riguroso cronograma, que establece actividades según una Planilla de Inspección y Control, además de servicios correctivos programados u otros que surgen durante el mantenimiento. Algunas mejorías también pueden ser implementadas durante el periodo de desconexión de las unidades generadoras, explicó Atilio Vergara, jefe del Departamento de Mantenimiento.
Durante la inspección, fueron detectadas regiones cavitadas en la arista de cierre, en álabes directrices del distribuidor. Las mismas fueron reparadas por los técnicos. Estos álabes tienen la función de regular el paso de agua hacia la turbina manteniendo constante la rotación de la turbina y la frecuencia de la energía eléctrica generada.
Inspecciones preventivas
El Ing. Alexis Cantero, de la División de Mantenimiento Mecánico de Unidades Generadoras, precisó que en las inspecciones preventivas es común detectar regiones cavitadas tanto en los álabes del distribuidor como en el rotor de la turbina, siendo las mismas mapeadas dimensionalmente a fin de acompañar la evolución del defecto. La reparación de los mismos garantiza la integridad mecánica de los equipos mencionados y la confiabilidad del conjunto.
Fueron 15 colaboradores del cuadro propio los asignados exclusivamente para este servicio, registrándose una deposición de un poco más de 50 kg de material de aporte en las zonas con defecto.
El Ing. Christian Meza, también de la División de Mantenimiento Mecánico de Unidades Generadoras, detalló que el proceso de reparación se inicia con la limpieza mecánica de la zona afectada para posteriormente realizar ensayo no destructivo con líquido penetrante. “Tras la liberación del ensayo se procede a la deposición de material de aporte. El proceso continúa con el esmerilado de la zona soldada, ajustando la superficie al perfil hidráulico original de los álabes y la reparación finaliza con el ensayo no destructivo por líquido penetrante”, acotó.
El grupo humano que conforma la Superintendencia de Mantenimiento de Itaipú tiene el desafío de mantener un desempeño con nivel de excelencia, conforme a estándares internacionales y tendencias modernas de gestión de procesos de mantenimiento. De esta forma se garantiza la disponibilidad y confiabilidad del suministro de energía eléctrica abasteciendo la demanda energética del Paraguay y Brasil.