En el programa Líderes, el Dr. Víctor Pavón, economista, hizo un recuento a un año y tres meses de iniciarse el coronavirus y opinó que la economía paraguaya se encuentra muy mal. Antes de la pandemia ya veníamos con una ralentización de la economía, luego caímos en recesión y ahí vino la pandemia.
“La caída abrupta de la economía ya se venía dando por la caída de los precios de los ‘commodities’ a nivel internacional. Nuestros gobernantes no hicieron ninguna reforma de fondo para crear las condiciones de confianza tanto nacional como extranjera”, explicó.
Vino la pandemia y eso desnudó todas las falencias en el ámbito sanitario, educativo. “Hicimos algo que a mí me sigue preocupando: elevamos el endeudamiento al nivel tal que esto va a ser muy peligroso. Soy muy crítico del Fondo Monetario Internacional, cuya organización tiene que ser derogada, porque sirve como membresía para que los Estados sigan nomás endeudándose”, dijo.
Según el economista, en un primer informe antes de la pandemia decían que había que cuidar al Paraguay y que el espacio fiscal no debería ser superior a un 30%. Con un criterio de racionalidad, no debería sobrepasar el 30% del producto interno bruto del endeudamiento.
Sin embargo, “los últimos informes dicen que podríamos llegar al 40% en el espacio fiscal que ellos sostienen es el del Estado que nunca quiebra. El espacio fiscal que se debe tener en cuenta es el de los contribuyentes y algo muy inmoral que se está haciendo, porque se le hace firmar un pagaré a las generaciones más jóvenes”, apuntó.
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A la generación que hoy no va a tener oportunidades y se le va a cargar sobre las espaldas ingentes sumas de dinero en un Estado que no ha hecho las reformas y que por lo que se ve no va a hacer las reformas. “Por ejemplo, esa ley de administración de pasivos que el año pasado se aprobó es la muestra de que el motivo principal del Estado es seguir gastando sin hacer las transformaciones necesarias”, añadió.
El Dr. Pavón asegura que “el Banco Interamericano de Desarrollo da cuenta de un despilfarro de 1.600 millones de dólares, la misma cantidad de nuestro primer endeudamiento en la pandemia, es un mensaje a la sociedad paraguaya: a los gobernantes no les interesa el futuro de las familias. Y a nivel internacional se pondrán bien con el Banco Mundial pero no es del interés de la gente, del ciudadano de a pie”.
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Sostenibilidad y estabilidad
El Estado paraguayo logró algo que debemos valorar: sostenibilidad fiscal y estabilidad monetaria. ¿Qué estamos haciendo ahora? “Estamos perdiendo nuestra sostenibilidad fiscal, porque el déficit se nos está yendo y para solucionar probablemente vamos a endeudarnos más y emitir inorgánicamente más. Y algo que jamás tenemos que permitir: se viene una reforma tributaria como la que presentó el Frente Guasu, una nueva tasa a las fortunas”, subrayó.
El problema real de la economía es lo que el ciudadano siente: si puede o no ahorrar o invertir. “El Estado es un problema en el Paraguay porque debe ser más eficiente, transparente, no corrupto. Tenemos una economía que se mueve de acuerdo al contexto. Nosotros no creamos las condiciones, sino dependemos de factores exógenos, de la reserva federal, que ahora está emitiendo en forma extraordinaria cada vez más dinero. Y el tema de China, Rusia, relacionado con la recomposición de la geopolítica. Si el Paraguay no se muestra firme en esos aspectos macroeconómicos que lo estamos perdiendo, nosotros vamos a perderlo todo”, sentenció.
Es muy importante seguir manteniendo la sostenibilidad, pero no se logra solamente en un equilibrio entre los ingresos y los gastos, se basa también en la transparencia, en la rendición de cuentas, recordó.
“No puede ser que ni siquiera veredas, plazas, parques y ni qué decir escuelas, hospitales, vacunas, no tengamos. Hay un problema de gestión, ahí estamos aplazados en el Paraguay porque no tenemos una idea clara de lo que queremos hacer con el Estado que crece a impulso de lo que los políticos y burócratas desean”.
“Los economistas neokeynesianos del Paraguay creen en la demanda agregada; es decir, tenemos que elevar nomás el gasto público, creando más impuestos para lograr el crecimiento económico. Empíricamente y teóricamente, eso no es cierto”, remarcó.