La discrepancia sobre el proyecto de ley “De los servicios de confianza para las transacciones electrónicas, del documento electrónico y los documentos transmisibles electrónicos” es en relación a un solo artículo, que es motivo de la disputa entre los bancos y las telefónicas. El problema es referente a la exigencia de inscripción previa de la firma electrónica para operar para el envío de giros de dinero a través de las empresas de telefonía.
La versión original, de Diputados, establece mecanismos más estrictos de seguridad para realizar transacciones, como la billetera electrónica, que causaría dificultades a usuarios, ya que estarían obligados a registrar su firma electrónica para poder operar con ese mecanismo.
La modificación propuesta por el Senado establece que los niveles de seguridad deben ser acordes al riesgo asociado y la reglamentación deberá ser emitida por la Autoridad Reguladora competente. A su vez, la Comisión de Legislación y Codificación de la Cámara de Diputados, presidida por Jorge Ávalos Mariño (PLRA-Paraguarí), recomendó allanarse a las modificaciones propuestas por el Senado. Argumentó que será una salida al problema; que en el caso de los bancos (nivel de seguridad), la regulación esté a cargo de instituciones bancarias; y en el caso de las telefonías, ese procedimiento esté a cargo de una institución del sector. Las comisiones de Industria y Comercio, Ciencia y Tecnología y Asuntos Económicos, se ratifican en la versión de Diputados.
Sobre el proyecto, la Cámara de Operadores Móviles del Paraguay advirtió, comunicado mediante, que si se aprueba la versión de Diputados, se perjudicarán a más de 5.000.000 de billeteras electrónicas habilitadas en Paraguay, perdiendo una herramienta práctica, segura, confiable y económica para realizar pagos y transferencias de dinero.
En tanto, la Asociación de Bancos del Paraguay señaló en otro pronunciamiento, difundido ayer, que de aprobarse la versión del Senado, se facilitará el camino para que continúen los delitos derivados de la suplantación de la identidad, como acceso indebido de datos, estafa, extorsión, ventas de datos personales, incluso secuestro virtual, a través del celular.