El inaccesible negocio eléctrico en la región

La venta de electricidad en el mercado regional es un buen negocio si la exportación se realiza con los valores de mercado y no con los imponen tratados como el de Itaipú y Yacyretá, específicamente al Paraguay.

audima

La prensa del Uruguay publicaba que el sistema argentino importa desde ayer, de nuevo, excedentes de este país.

En tanto que sus organismos de regulación apuntaban que " debido a una nueva exportación de energía hacia la Argentina del orden de 300 MW (equivalente a la potencia de tres centrales como Acaray), se reprograma el despacho partir del 26/05/21, 06:00 hrs. y se modifican los valores del agua”.

En medio del caos provocado por la pandemia, ¿tiene esta información alguna relevancia para nuestro país?

Aparentemente no. Sin embargo, visto el rol de protagonistas que corresponde a nuestro país en el mercado eléctrico regional, estas operaciones impactan en forma directa nuestros intereses.

Ante ese panorama, la primera pregunta que se formularía cualquier observador es por qué razón la ANDE es marginado de esas negociaciones.

Según datos que circulan en el sector energía de nuestro país, en las últimas operaciones de “intercambio” de electricidad entre Argentina y Brasil, en rigor simples operaciones de compra-venta, el valor unitario de la energía que adquirió Brasil de nuestro socio en Yacyretá, rondó los US$ 175/MWh.

Una comparación es indispensable para conocer el valor real de esta información: precio de “compensación” que paga Brasil a Paraguay por la energía que le cede US$ 9,2/MWh sobre el costo de producción de Itaipú, que ronda los US$ 44/MWh.

En Yacyretá la situación es parecida, el valor de la “compensación” es parecido, pero con la morosidad de la receptora de nuestra energía como agravante. La deuda argentina actual araña de nuevo los US$ 100 millones. El último pago data de julio de 2020.

Ramón Casco Carreras

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