El llamado a licitación para un nuevo sistema de transporte público fue una de las propuestas desde el inicio de este gobierno comunal, pero que no se pudo concretar. El proyecto ahora presentado es resultado de un largo trabajo hecho por técnicos de la Comuna, va acompañado de un reglamento de concesión, el pliego de bases y condiciones, el anteproyecto de ordenanza que regula el servicio, y un denominado Plan Maestro del transporte integrado para Encarnación, que implica estaciones de transferencia, entre otros mecanismos que busca eficientizar el servicio.
Yd se manifestó esperanzado en que los concejales “se sumen y acompañen” el proyecto, y poder dar inicio a los trámites en la brevedad posible, atendiendo a que la ciudad, “definitivamente tiene un modelo desfasado del transporte público”.
Entre las condiciones contenidas en el reglamento de concesión figura que la empresa o consorcio ganador debe poner unidades 0 km en un 50 por ciento de la flota de vehículos, y el resto deberá tener menos de 10 años de uso. Se considerarán como vehículo 0 km a los transportes eléctricos ofertados, y la concesionaria deberá ofrecer también una APP para los usuarios del sistema de transporte y el boleto electrónico.
El pliego de bases y condiciones prevé un margen de preferencia para las empresas locales, y que la empresa ganadora realice inversiones de infraestructura en las terminales de transferencia.
Qué dicen los empresarios
Para la Lic. Olga Fisher, empresaria del transporte de pasajeros, un concurso de este envergadura será difícil sin un ajuste en el precio de pasajes. Recientemente el Ejecutivo municipal rechazó un pedido de aumento en los boletos.
Según dijo, se necesita que el boleto este entre los G. 4.500 y G. 5.000 para que sea viable. Un proyecto como el que se impulsa implica una inversión de unos siete millones de dólares. Como mínimo se necesitan adquirir unas 60 unidades de transporte, afirmó.
Para el concejal Andrés Morel, miembro de la comisión de Legislación, el proyecto es viable, es incluso un pedido de los propios transportistas que buscan legalizar su situación, pero en su opinión personal, dada las condiciones económicas del momento, es poco probable que se presenten oferentes.