Falla eléctrica o sobrecalentamiento de una heladera habrían causado incendio en la Catedral de Asunción

Una escalera que sería de 1845, cuando se construyera la nueva Catedral Metropolitana de Asunción, quedó completamente consumida por las llamas ayer, durante el principio de incendio que ocurrió por la siesta, detrás de la sacristía. Parte de la puerta y las paredes también quedaron afectadas, mientras de la heladera no quedó nada más que la carcasa. Una falla eléctrica o un sobrecalentamiento del refrigerador habrían provocado el siniestro, dijo el director de Prevención Contra Incendios de la Municipalidad, Alejandro Buzó. El edificio histórico está en pésimas condiciones y urge refacciones.

Especialistas de la Municipalidad y de bomberos inspeccionan el lugar del siniestro y lo que quedó de la heladera que habría provocado el fuego.
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Este mediodía, funcionarios de Prevención de Incendios de la Municipalidad de Asunción, bomberos voluntarios y de la Policía Nacional estudiaron la zona donde se produjo el principio de incendio que el domingo por la siesta afectó la parte trasera de la histórica Catedral de Asunción. También fueron trabajadores de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

El fuego se inició detrás de la sacristía, debajo de una escalera, donde había una heladera enchufada, explicó el director de Prevención de Incendios de la Comuna, Alejandro Buzó. El siniestro podría haberse generado por “un fallo del sistema eléctrico, un cortocircuito, o una sobrecarga de la heladera que se haya producido por falta de mantenimiento, por falta de descanso en el uso del motor, una sobrecarga que haya generado un sobrecalentamiento. También estamos encontrando que había cierto material acelerante, como alcohol, papeles, muy cerca del lugar, que pudieron haber elevado la temperatura y facilitado la propagación”, detalló.

Técnicos de Bomberos de Bomberos Voluntarios y la Policía Nacional, además de la Municipalidad de Asunción, inspeccionan el lugar del siniestro. La escalera quedó calcinada, al igual que la heladera.

Las llamas carbonizaron la escalera, que dataría de 1845, año de la construcción de la nueva Catedral, durante el gobierno de Carlos Antonio López. También consumieron la heladera y dañaron el revestimiento de las paredes. En la habitación contigua, en un depósito con artículos de limpieza y de bioseguridad, no quedó más que un cántaro.

El presbítero Reinaldo Roa, párroco de la Catedral, explicó que el fuego subió hacia el segundo piso, donde anteriormente funcionaba la casa parroquial y donde guardan ornamentos antiguos, elementos litúrgicos y documentos. Allí no pudieron determinar aún si hay daños, ya que la escalera está inutilizada.

El humo, entretanto, llegó al templo principal y se expandió hasta la tribuna del coro. Todo quedó lleno de hollín, el cual también afectó al órgano de tubos electroneumáticos importado de Italia hace unos cuatro años. El organista Miguel Ángel Santacruz explicó que el hollín y la viruta que cae desde el cielo raso por falta de refacción afectan a los tubos, que requerirán de un proceso de limpieza.

Debido a que el humo aún permanece en el ambiente y también porque, por razones de seguridad se pidió a la ANDE que corte el servicio de energía eléctrica, no habrá servicios eucarísticos por lo menos hasta el miércoles, dijo el párroco Roa.

Tras el incendio, ayer el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, había cuestionado que la SNC no haya intervenido ante la “situación catastrófica” de la Catedral. Faltan, además de un sistema de prevención de incendios, refacciones en las instalaciones eléctricas y los techos.

En efecto son evidentes los destrozos en el techo, que aún se sostiene con troncos de karanday; en puertas y ventanas destartaladas; en paredes con importantes grietas y en peligrosas instalaciones eléctricas.

Los techos, que se sostienen aún con postes de karanday, necesitan urgente refacción, así como las paredes de la Catedral.

En conversación con ABC Cardinal, el ministro de Cultura, Rubén Capdevilla, reprochó a la Iglesia Católica la falta de cuidado de la Catedral. Afirmó que sí tienen dinero para construir un edificio detrás de la iglesia, sin aprobación de la cartera estatal y que pone en riesgo la estructura histórica en el centro de la Capital. Dijo que los religiosos no pidieron refacciones al Gobierno.

El padre Roa afirmó que si bien no hubo un pedido por escrito, autoridades se reunieron para planificar refacciones, que nunca se hicieron. Explicó que el edificio de atrás lo construye la Universidad Católica y que en la Catedral “no hay fondos para refaccionar la iglesia”. “En la Catedral nosotros subsistimos con el ingreso que generan las colectas y las bodas, nada más, no es que recibimos fondos de algún lugar, ni del Estado ni de la administración central de la Iglesia”, aclaró.

Por su parte, Alejandro Buzó señaló que así como la Catedral, hay otros edificios históricos sin sistema de prevención de incendios. “Esa es una falencia que tienen casi todos los edificios históricos, porque tienen un tratamiento diferente en cuanto a los sistemas que se deben instalar, entonces hay una cuestión legislativa que está pendiente previa a la operativa de la instalación, que es el estudio de qué tipo de sistemas para cada edificio particular”, dijo.

“Desde nuestro apartado venimos trabajando desde el año pasado en la elaboración de una propuesta para edificios históricos, para el Panteón puntualmente, que también está sujeto no sólo a los incendios como estos sino también a manifestaciones, a hechos vandálicos”, añadió el director de Prevención de Incendios de la Municipalidad capitalina.

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