A simple vista se observa que ambas personas recibieron varios impactos de bala en la cabeza. Se trata de Rodolfo Romero Enciso, de 42 años, y su hijo Ronaldo Romero Enciso, de 16. Los policías encontraron los documentos de identidad -que ambos tenían entre sus pertenencias- cuando inspeccionaban los cuerpos.
Los cadáveres fueron llevados hasta una funeraria privada, donde serán inspeccionados por el médico forense de la zona. Con el examen se pretende saber la cantidad de disparos que recibieron cada uno y también la rigidez cadavérica, es decir, estimar el tiempo que llevan muertos.
Aparentemente, fueron asesinados mediante disparos de escopeta, pero la certeza se tendrá tras la inspección del médico forense.