De acuerdo con los datos divulgados por el Banco Central del Paraguay (BCP) la economía crecerá a un menor ritmo del estimado a comienzo de año, esto debido principalmente a una disminución en el ritmo de la actividad del sector de comercio y servicios principalmente, que ya empezó a notar un lento crecimiento en los primeros meses del año.
La actividad de comercio y servicios sigue siendo la más afectada por las disposiciones sanitarias y menor movilidad ante el avance de la Pandemia y aumento de los contagios. Según los técnicos del Banco Central, las nuevas disposiciones de restricción horaria que afecta principalmente a bares, restaurantes y eventos, ya están estimadas en la nueva proyección.
Sostienen igualmente que si las condiciones sanitarias mejoran en adelante, podría haber un mejoramiento de las proyecciones; además considerando los precios favorables para la soja que están permitiendo un mejor ingreso a los productores.
Según los datos, el sector terciario crecerá este año 3,7% desde 5% que previeron a inicios del año. De este grupo la participación del Gobierno Central en la generación del PIB bajará del 3,8% de la anterior revisión, a 1,5% y el comercio crecerá 8% desde 9,5% que previeron anteriormente.
Por otra parte el sector primario se moderó la caída desde -3,5% a -2%, esto por el mejor rendimiento en el precio de los principales comodities. Para el sector agrícola se proyecta una caída del 5% desde -6% que diciembre último, mientras que el sector ganadero repuntará 8,5% desde una expansión del 5% proyectada en la revisión anterior. Para el sector secundario se mantiene una expectativa de crecimiento del 5,1%, donde se destacan principalmente la actividad de la construcción (5,5%).
Los técnicos indicaron que el riesgo derivado de la pandemia de COVID-19 se ha intensificado en meses recientes. El ritmo de contagios se ha incrementado significativamente, provocando el desborde del sistema de salud, lo que impulsó a las autoridades sanitarias a reimponer transitoriamente medidas restrictivas a la circulación y a actividades que implican contacto social. En ese sentido, el recrudecimiento de la crisis sanitaria y el lento avance en el proceso de vacunación, son factores de riesgo a la baja para la demanda, la actividad económica y la inflación, especialmente del sector servicios.