La llegada del coronavirus al mundo hizo que sobre la marcha, médicos y científicos tuvieran que hacer pruebas sobre qué medicamentos utilizar y qué tratamientos pueden ser aplicados a esta enfermedad.
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El uso de la ivermectina, un antiparasitario, tomó protagonismo en los últimos meses, pero se dio un uso indiscriminado y sin control alguno, lo que hoy está derivando en consecuencias. Actualmente, varias personas están internadas por cierta intoxicación con esta droga.
Los médicos reiteran no automedicarse y si un profesional prescribe esta medicación, hacerlo al pie de la letra.
“La ivermectina es un medicamento que nació en el mundo de la medicina veterinaria como un endo y ecto paraseticida. Es decir, funciona para eliminar parásitos externos e internos, del tubo digestivo. Posteriormente pasó al mundo de la medicina humana y ha demostrado su eficacia como un medicamento antiparasitario y en eso está demostrada su eficacia y su efectividad”, manifestó el doctor Óscar Franco, director médico del Hospital Central de IPS.
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“Con respecto a la ivermectina y la enfermedad del COVID-19, no está demostrada su eficacia ni su efectividad en seres vivos. No existe ningún trabajo que avale la efectividad de la ivermectina como un medicamento que inhibe la replicación del SARS-CoV-2, por lo tanto, en este momento, para tratar este virus, no existe ninguna evidencia que equivale su eficacia. No hay que satanizar tampoco a la ivermectina, es un antiparasitario muy eficaz, es decir, un antiparasitario, no antiviral”, afirmó.
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La alarma sobre el uso de la ivermectina contra el COVID-19 se encendió luego de que un adolescente de 15 años, con covid, fue internado en estado grave en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del IPS hasta donde llegó tras ingerir 13 comprimidos de ivermectina, lo que le produjo una descompensación. Médicos lamentaron el hecho e instaron una vez más a no automedicarse.