El Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP) publicó el lunes pasado un estudio denominado “Superproducción tabacalera en Paraguay. Impactos domésticos y transfronterizos”.
En el reporte se indica que entre 2008 y 2019 la oferta neta estimada de cigarrillos fue de alrededor de seis veces más que la venta declarada, brecha equivalente a una evasión impositiva estimada entre US$ 380 millones y US$ 400 millones anuales en ese período, sólo en términos del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
El viceministro de Tributación, Óscar Orué, conversó este miércoles con ABC sobre qué implicancias legales podría tener el informe académico. La autoridad respondió que el reporte sirve como insumo, pero tiene nula influencia jurídica porque no hay denuncia formal alguna y aseguró que solo se trata de estimaciones.
“Estamos procesando y estamos analizando el informe (…) La metodología para la estimación de la oferta de cigarrillos no es un método fehacientemente demostrado. Ellos hablan que los dos métodos tienen limitaciones. Es una estimación nada más”, arrancó diciendo Orué.
En otro momento, indicó que lo que más le “llamó la atención” es cómo los académicos estimaron esa oferta. Sostuvo que los autores analizaron la importación de materia prima y en base a eso llegaron a estimar la cantidad de cigarrillos que se produjeron en ese lapso.
“Es un insumo interesante”, opinó Orué sobre el estudio, “pero si hay unas evidencias contundentes se deben presentar denuncias”, añadió, al tiempo de explicar que la SET no puede avanzar sin estos documentos porque perdería casos en instancias judiciales.
Lea más: Estiman una evasión anual de US$ 400 millones en sector de cigarrillos
El documento señala que este exceso de oferta tanto sobre las ventas declaradas como el consumo estimado de cigarrillos “se presume que ha sido destinado al Brasil y otros países vecinos a través de vías de comercio ilegal”.
El viceministro aseguró que los controles de la producción, venta y cobro de impuestos a los cigarrillos “son más finos”. “Tenemos entre US$ 100 y 140 millones de recaudación en ese sector por año. Hoy bajó por la pandemia el Índice Selectivo al Consumidor. Trabajamos con el Brasil y trabajamos para que la evasión se reduzca. Con la tecnología tenemos un proceso acabado de información en línea”, dijo.
Lea más: El consumo disminuye y no hay control
Orué remarcó además que con la facturación electrónica “no hay tu tía” y que, con esta, ya no se pueden emitir documentos sin nombre. “Ese es un proceso que no tiene retroceso. Con esto se va a poder hacer la trazabilidad (…) controles más finos, trazabilidades más finas”, refirió.
Finalmente, manifestó estar “convencido que personas, empresas o entidades que manifiestan un hecho punible deben hacer las denuncias correspondientes a instituciones para tomar cartas en el asunto” y que este reporte servirá como insumo para un mejor control.