“Esto es un registro de inscripción que no necesariamente implica ya la seguridad de recibir la vacunas”, afirmó al ser consultado sobre pruebas que se realizaron y confirmaron que por ejemplo se puede agendar con sus datos a personas ya fallecidas para la vacunación contra el covid.
Y si bien recordó que existen otros filtros, como por ejemplo la presentación de la cédula de identidad al momento de acudir al vacunatorio, así como también la verificación con otras base de datos, reconoció que existe finalmente una vulnerabilidad al ser el último filtro una persona, que es la que debe definir su igualmente aplica o no la vacuna.
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“Por ejemplo, (al momento de la vacunación) un profesional médico acompaña a su cédula un registro profesional”, dijo sobre uno de los criterios usados en el caso del personal de salud para garantizar la regularidad de dicha aplicación, sin embargo, no negó que tenga flancos débiles.
“Uno puede registrarse con una cédula de una persona ya fallecida y ahí se tiene que corroborar, y ahí me vas a decir el otra vez ese filtro es humano, otra vez es vulnerable, otra vez puede ocurrir: Si, nosotros ahí tenemos ese riesgo”, reconoció, pero dijo que supuestamente están trabajando con el sistema para reducir ya antes estas posibilidades.
Hay que recordar que estos “filtros humanos” no sirvieron para nada en evitar la vacunación a más de un centenar de personas que accedieron de manera irregular a dosis contra el covid-19 en Presidente Franco. Tres vacunadores así como el director del Hospital Distrital de dicho municipio fueron apartados y sumariados, pero la vacunación a discreción igual se dio.
Lo peor es que Castro no fue rotundo al ser consultado sobre si a estos “vacunados vip” se les impediría acceder a la segunda dosis, dejando abierta la posibilidad de que si lo hagan.
“Esa persona (vacunada irregularmente) tiene que volver para la segunda dosis, eso tendría que ser el primer filtro, tal vez con una primera dosis ya perdida y también la segunda dosis también, pero ahí tiene que ser penado, yo no le recomiendo a ningún ciudadanos hacer eso, porque a pesar de perder las dos dosis (al aplicarlas irregularmente), puede tener una imputación severa con esta práctica”, alegó, apelando como principal castigo el penal.
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Si bien no fue categórico en afirmar que aplicarían igualmente la segunda dosis, sostuvo la duda de qué harían con la dosis restante, si la dejarían perderse o si completan la inmunización de esa persona, por más que no corresponda en haberse aplicado en esa etapa de vacunación.
Lo complicado de dejar a criterio de la Fiscalía una sanción a los que se vacunen ilegalmente, es que si bien ya se designaron fiscales para indagar por ejemplo el caso de Presidente Franco, hay abogados que sostiene que no hay delito en dicha acción, planteandola únicamente como reprochable “moralmente”.