Cuando toca ser acompañante de un paciente de COVID-19, el trabajo es intenso. Quizá, la persona cuidadora no sea la enferma, pero es la que debe estar absolutamente atenta a la comunicación de los médicos, a la entrega de recetas para conseguir los fármacos en forma urgente. De este cuidador depende la vida del paciente que está adentro, peleando por su vida, con suerte en una cama de terapia intensiva; en el peor de los casos, en una terapia improvisada.
La historia de Irene Rodas es solo una de las miles de tristeza y desesperación cuando le pasan una receta y debe ir a peregrinar para conseguir el medicamento, para luego volver y encontrar a su familiar descompensado porque la medicación no llegó a hora.
“Acá lloramos, nuestra vida es muy triste. Acá vemos pasar muertos todos los días en bolsas negras porque no hay insumos”, relató la mujer, quien hoy se encuentra en una batalla sin pausa por conseguir a su paciente cuatro ampollas que necesita, pero la Diben entrega solo una por persona, sabiendo muy bien que solo para comenzar el tratamiento se necesitan dos ampollas.
Escrache a directora de la Diben
Peleando incansablemente consiguió dos más en la Pastoral, pero aun así le faltan tres.
Por eso, este jueves por la mañana aprovechó la visita de la directora de la Diben, Carmen Alonso, para manifestarle sin filtros todos los reclamos. Más personas se unieron al improvisado escrache para reclamar por la inmensa burocracia que existe en la institución para el acceso a medicamentos, por lo que la directora del ente se tuvo que retirar.
Rodas lamentó que ya hace cuatro días le pidieron los remedios que necesita y aún no pudo conseguirlos en su totalidad.
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Deben pagar por todo
Lamentó que en la larga espera de los familiares, en el patio del hospital, les cobran “hasta para cargar la batería de nuestro teléfono” en unas máquinas instaladas por una empresa de telefonía celular.
“¿Cómo es que la Copaco no nos ponga un servicio de Wi-Fi por lo menos para poder acceder a internet a completar los formularios? ¿Cómo es que acá no hay una oficina de la Diben? ¿Qué les cuesta tener acá una carpa con dos funcionarios, con los medicamentos disponibles, para que los retiremos automáticamente?”, cuestionó Irene Rodas.
Como ella, son numerosos los familiares que tienen problemas por la falta de medicamentos y camas de terapia intensiva, enfrentando este dramático escenario como pueden.
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Le negaron ayuda por no tener cama
El caso de Amada Quiñónez es similar, pues le negaron la ayuda de Pytyvó Medicamentos porque su esposo no está ocupando una cama en una UTI, sino que, por falta de lugar, lo tienen intubado en una sala común, en forma improvisada.
La mujer también ruega que le proporcionen los fármacos y, principalmente, que le den una cama a su familiar, pues dijo que la falta de esta es el principal motivo por el cual empeoró el cuadro de su esposo.
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