Reactivan caso de la narcoestancia El Tigre e imputan al administrador

La Fiscalía reactivó el caso de la narcoestancia El Tigre del Chaco, donde hace dos meses se encontraron 1.344 kilos de cocaína, e imputó ayer a su administrador. El inmueble, había sido, aún pertenece al Estado paraguayo.

Waldimiro Ymas González, imputado por narcotráfico.Archivo, ABC Color
audima

La agente del Ministerio Público Lilian Lorena Ledesma Jara, quien tomó la causa el 22 de marzo pasado, formuló ayer imputación contra el abogado Waldimiro Ymas González, de 56 años, supuesto administrador y apoderado general de la estancia El Tigre.

Este dijo ser también funcionario de Dinac y asesor jurídico de la Gobernación de Boquerón.

El casco central del establecimiento queda en la zona de Agua Dulce, departamento de Alto Paraguay, a solo un kilómetro de la frontera con Bolivia, justo donde termina el tramo (imaginario) de la Ruta PY16, a 813 kilómetros del centro de Asunción.

El 23 de febrero pasado, la Unidad de Investigación Sensible (SIU) de la Policía, luego de varios meses de investigación, detectó una carga de 1.344 kilos de cocaína en un sector supuestamente correspondiente al citado inmueble.

En otros puntos de la propiedad, también se encontraron aquella vez tambores de acetona, que es un precursor químico para la elaboración de cocaína, así como una pista clandestina y un avión y una camioneta que ya estaban en desuso pero que operaron en el narcotráfico.

Igualmente, fueron localizados animales robados de otras estancias, siempre según la información oficial.

Inicialmente, la investigación fue partida en dos causas, una por el abigeato y la acetona, y otra por la cocaína descubierta.

Waldimiro Ymas ya estaba imputado en la primera causa, en la que goza de arresto domiciliario, pero ahora también fue incluido en el proceso más grave, por los 1.344 kilos de droga.

Los hechos atribuidos al estanciero son tráfico internacional de drogas, por introducirla al país y por intentar remitirla al extranjero; así como asociación criminal, facilitación del tráfico y comercialización ilícita.

El ganadero Ymas se dio por detenido el sábado de mañana en San Lorenzo, luego de que la noche previa la fiscala Ledesma allanara la casa de su familia, en Filadelfia, Chaco.

La agente pidió prisión preventiva para Ymas, quien se halla preso en la comisaría 1ª de San Lorenzo.

En su descargo, Ymas sostiene que la droga fue hallada fuera de la propiedad que él administra y que nada tiene que ver con el estupefaciente incautado.

En la misma causa, ya están presos los peones de la estancia El Tigre Porfirio Osorio Villagra (69), Albino Núñez Peralta (49), Pablo Roble Benítez (48) y Porfirio Chávez Núñez (19).

Estos supuestamente fueron encontrados cerca de la droga y hasta habrían ayudado a localizar la mercancía que estaba en el monte. Porfirio es el suegro de Ymas.

Otro caso

La estancia El Tigre ya había sido escenario, en el año 2017, de un operativo de la Secretaría Nacional Antidrogs (Senad), cuyos agentes especiales hallaron en dicha oportunidad armas de guerra, municiones y equipos de comunicación usados por narcotraficantes internacionales.

En el lugar también fueron encontradas pistas clandestinas y una narcoavioneta.

La información que se manejaba era que la propiedad pertenecía o al menos era usada por el capo Jarvis Chimenes Pavão, quien sería extraditado al Brasil ese fin de año.

Indert

De acuerdo con los datos de la Fiscalía, la porción de 4.000 hectáreas de la estancia El Tigre donde apareció la droga aún pertenece al Estado paraguayo.

Resulta que el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) adjudicó la propiedad en el año 2012 al ahora también imputado Benito Giménez (67), bajo la figura de mensura judicial, pero esa operación nunca fue inscripta en la Dirección General de los Registros Públicos, por lo que aún no se ejecutó la transferencia a favor del particular, ni la titulación. Es más, ni siquiera tiene un número de finca asignado.

Sin embargo, con los documentos preliminares que consiguió, Benito Giménez cedió la propiedad a Waldimiro Ymas González, a quien mediante un contrato autorizó a gestionar y retirar el título del Indert.

Benito también facultó a Waldimiro a que, una vez titulado, disponga del inmueble para venta, hipoteca o cualquier tipo de usufructo, según los datos oficiales.

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