Sara Paniagua Mendoza será la primera médica paraguaya en realizar cirugías en pleno vuelo. Luego de terminar con honores sus estudios secundarios y haber viajado por dos años consecutivos, varias veces por semana, desde Caaguazú hasta la ciudad de San Lorenzo para estudiar inglés, Sara preparó sus maletas y por primera vez salió de su zona de confort dejando a su familia, amigos y a su amado país para ir en busca de su sueño.
“Llevo viviendo 6 años en Nueva York. En mis primeros 2 años obtuve el título de asistente médico en la Universidad Nacional de NY y luego continué con la carrera para poder llegar a esta instancia, donde ahora me toca realizar la especialidad en cardiología”, nos cuenta Sara.
Los primeros años fueron muy duros y difíciles para la joven compatriota, ya que las cargas horarias de clases eran muy intensas y en sus ratos libres tenía que trabajar para cubrir sus gastos básicos.
El ingreso a la milicia
“Fue un largo proceso, no fue de la noche a la mañana. Pasé por varios exámenes, fueron etapas muy difíciles pero logré superar esas pruebas y ahora soy la primera paraguaya en las filas militares norteamericanas que firma un contrato con el United States Navy (Milicia Naval de los Estados Unidos, más conocida como America’s Navy) que trabajan en conjunto con la Milicia Aérea de los Estados Unidos. Son las dos únicas ramas militares que están preparadas y capacitadas de primer nivel, considerando que son los primeros en responder en todo momento. Se trabaja directamente con el Gobierno, ya sea la Casa Blanca, el Congreso, Pentágono, militares de alto rango, entre otros representantes gubernamentales”, comentó.
El trabajo que desarrollará Sara dependerá del Departamento de Aviación Médica (Aviation Medicine), que realiza intervenciones médicas, primeros auxilios y cirugías de bajo riesgo en pleno vuelo. Además, contará con un entrenamiento de ocho semanas en la Base de Chicago-Illinois para obtener un rango militar.
También agregó que dentro del contrato está estipulada la capacitación permanente, cursos y todo tipo de formación profesional tanto en el departamento médico como en aviación: tener conocimiento de pilotaje, mecánica, ingeniería de aviones, etc.
“Todo estos estudios de formación se llevarían a cabo dentro y fuera del país y además este plan de trabajo en la milicia no me permite descuidar mis clases de la carrera de medicina”, explica.
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Un gran desafío
“A partir de este momento, es un desafío para mí, a nivel personal y profesional. Mi admisión al United States Navy me enorgullece, porque así siento que estoy representando a la juventud paraguaya y espero dejar siempre en alto el nombre de mi país, de mi ciudad y de mi familia y el nombre de muchos que salimos en busca de mejores horizontes. El paraguayo es sacrificado, no se rinde, lucha por sus objetivos, quiere salir adelante y, por sobre todas las cosas, quiere aportar a su país”, reflexionó.
Resaltó que es un camino difícil, que nada es fácil, ya que se deja la casa, la familia, los amigos, la ciudad que le vio crecer y que, por sobre todo, implica mucho sacrificio, que a la larga siempre vale la pena.