No solamente como en tiempo de las sagradas escrituras, sino también como si no estuviésemos en pandemia, la figura de Jesús ingresando en burro fue recibida por una multitud en la misa de Domingo de Ramos, inicio oficial de la Semana Santa en Capiatá. “No violenté a nadie, nosotros solamente venimos cumpliendo con nuestra obligación de la liturgia. Nadie invitó a nadie, nadie hizo propaganda, la persona que vino, vino con toda su fe, su protocolo, su distancia, su silencio”, alegó el padre Velasco.
“En comparación a otros años que esto se llenaba hasta arriba, había un grupo de personas”, insistió el sacerdote, que refirió: “Yo no soy calculador, habrá habido 100, 150 o 200 personas, no sé, no te puedo decir”. Velasco también alegó que al ser un lugar abierto, consideró que se estaba cumpliendo con las medidas sanitarias.
“Se hizo fuera, en el patio que es grandioso, fijate vos, estaba por todos los lados divididos, el aire, la ventilación, todo”, sostuvo. También dijo que “ni siquiera pasó por mi mente plantear suspender la misa y si vinieron es porque ellos creyeron conveniente”.
Capiatá se encuentra entre la ciudades del Departamento Central en situación crítica por contagios. registrando solo ayer -últimos datos publicados- 98 nuevos contagios y 2 fallecidos.