El detenido es Bruno da Costa Amaral, miembro una familia ligada al tráfico de armas en la frontera. El allanamiento se realizó en el marco de una investigación abierta contra personas innominadas por terrorismo y otros crímenes.
Según los investigadores, hay sospechas de que la familia Da Costa Amaral proveyó armas y munición al grupos criminales como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y a la banda brasileña Primer Comando da Capital (PCC), entre otros.
Durante el allanamiento a la casa de armas “Rosi” los intervinientes incautaron 500 cartuchos de grueso calibre cuya libre comercialización está prohibida. Fueron secuestrados igualmente una pistola Glock de 9 mm. y otra de calibre .45, ambas equipadas con selectores de tiros, mecanismo que las convierte en armas automáticas.
Bruno de Costa Amaral está procesado por un caso de 628 bolsas de billetes venezolanos (de 100 y 50 bolívares) incautados en su casa en 2017. Están procesados igualmente sus hermanos José Andrés y Erilo, además de Luis Alves Da Silva y Bruno Fromhers Mongelós. Todos ellos están procesados por contrabando, asociación criminal y lavado de dinero.
Sin embargo, Bruno es el único de ellos sometido a juicio oral debido a que jueces de Salto del Guairá beneficiaron a los demás procesados.
El juez Benito González, sobreseyó a Erilo de la causa valiéndose de una resolución espuria de Aduanas, incluso cuando la propia Aduana ya había anulado esa resolución.
La Cámara de Apelaciones, con el voto de los jueces Carlos Domínguez y Juan Andrés Acosta, confirmó la resolución absolutoria, con el voto de disidencia la jueza Edith Martínez.