“Hay mucho nerviosismo en mi gremio, están hablando de una manifestación y que no temen nada porque ya no tenemos nada, estamos en la quiebra. Otra vez nos discriminan con la restricción horaria”, afirmó la presidenta de la Asociación de Empresas Paraguayas Proveedoras para Eventos (Aseppe), Sonia Cáceres. Indicó que la medida sería letra muerta si es que no se aplica control y nuevamente significará el quiebre de empresas y que miles de compatriotas queden desempleados. “El Ministerio de Salud ya sabía que en marzo se daría la segunda ola y con esto no demuestra la improvisación total con el que se maneja, no existe un plan”, criticó.
Mencionó que muchos de los empresarios adquirieron créditos con el período de un año de gracia y ahora, vence el plazo y registraban facturación baja y ahora, otra vez estarán sin ingresos para honrar sus deudas y peor, sin posibilidades de poder trabajar. “Estamos peor que hace un año atrás”, criticó
Bruno Defelippe apuntó a la falta de un plan estratégico a la crisis sanitaria que hace tiempo se veía venir, y que pese a la experiencia de marzo del año pasado con la cuarentena total nuevamente el Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez pide un sacrificio al sector privado, que ya está golpeado con la crisis y se le plantea un panorama desalentador, deberá soportar lo que en términos prácticos, es una cuarentena total. “Con esta medida, algunas empresas van a estar con facturación cero. El Gobierno improvisa al decir vamos a hablar mañana (con los empresarios). Cómo vamos a hablar mañana tratándose de la fuente de trabajo del miles de paraguayos, no hay una propuesta previa, se repite el error de hace un año”, dijo.
Añadió que observa una falla grave la falta de una propuesta de coordinación con los más afectados, puesto que las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 90% del tejido empresarial, y que a pesar de la experiencia tampoco exista un plan de optimización de gastos del Estado ante esta crisis sanitaria y económica. Es decir, el “bolsillo” del funcionario público no lo va a sentir, sólo el sector privado sufre.
Oliver Gayet, titular de la Asociación de Restaurantes, mencionó que en las conversaciones mantenidas en las últimas reuniones de la mesa de diálogo instalada con representantes del Estado, el Gobierno siquiera insinuó las medidas que ahora fueron comunicadas. “Arde Troya. No sabíamos nada, no sabíamos del subsidio que se dijo en la conferencia, cuánto sería ni cómo se implementaría, ni si podremos trabajar con delivery y si es así, si se garantiza buses para nuestro personal. Estamos como hace un año atrás, que era una incertidumbre feroz”, afirmó
Si bien aclaró que existe una crisis sanitaria también es una realidad la económica y con esta medida, miles de personas podrían quedar sin empleo. “La restricción a partir de las 20 hs para nosotros significa el 80% de ingresos menos como mínimo”, dijo.
El empresario se preguntó la diferencia que existiría entre ir al restaurante al mediodía o a la noche, siendo que los protocolos de bioseguridad son aplicados de manera exactamente igual. “No entiendo la diferencia que hay trabajar día o de noche. Que se suspenda todo entonces”, afirmó.
Por su parte, Juan Galeano Grassi, representante de empresas del sector gastronómico, opinó que la esencia de la implementación de la fase cero era prepararnos para cuando se registre contagios masivos, sin embargo “el tiempo nos demostró que nos encerraron para robarnos”. “Tiramos a la mierda un año de sacrificio. Empresas quebradas, familias destruidas y millones de dólares desviados” afirmó. Por este motivo, convocó a la gente a manifestarse este lunes, a partir de las 18:00.
“No tiene sentido hacer restricciones que no van a tener ningún tipo de control y mucho menos sanción”, expresó el presidente de la Cámara de Centros Comerciales del Paraguay (CCCP), Jorge Mendelzon. Señaló que junto con sus colegas considera que es “sumamente importante” aplicar las medidas severas para evitar contagios masivos del coronavirus. Opinó que sería prudente vigilar el “descontrol de la noche, preferentemente de la juventud”, que consideró actitud demasiado riesgosa atendiendo la cantidad de pacientes que se reporta.