“En casi cinco años el Estado nunca se hizo cargo. Seguimos esperando. Nosotros cumplimos las reglas, pero el Estado es totalmente ausente hasta ahora. Intentamos llegar a un acuerdo con ellos, pero el Estado es sordo ciego y mudo. (…) Vamos a intentar hablar con el procurador el martes. Si no nos recibe, nos vamos a encadenar frente a la Procuraduría hasta que nos atienda”, sostuvo Richard Pereira padre.
Comentó que en un principio llegaron a un acuerdo con el ex procurador Sergio Coscia, pero que tuvo que ser postergado debido a la renuncia de este último tras irregularidades en su administración. Agregó que desde entonces tuvieron que iniciar de nuevo todas las gestiones.
A su vez, el padre de Richard indicó que están planteando demandar al Estado paraguayo en el ámbito internacional, ya que no están recibiendo ninguna respuesta por parte del Gobierno. Explicó también que podría presentarse dicha acción dentro de una semana. “Estamos viendo esa situación con el doctor Jorge Bogarín”, expresó.
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Richard Pereira tuvo que mudarse a la casa de su suegra porque no puede pagar el alquiler donde vivía, así tampoco los costos de su fisioterapia y los medicamentos que requiere.
“Ahora ya me es imposible movilizarme con todos los gastos que tengo. En donde estaba pagaba un millón y tengo dos hijos que se van a la escuela. Hace rato que no gasto más por mí porque de por vida tengo que hacer fisioterapia. Algunos medicamentos tampoco ya no estoy tomando porque no puedo costear y así a poco me voy apagando. Me siento abandonado por el Estado porque son cuatro años de lo que me sucedió”, lamentó la víctima.
El joven agregó que durante la pandemia le está costando mucho más conseguir dinero como técnico de celulares. Sin embargo, indicó que está dispuesto a trabajar en lo que sea para poder costear mientras tanto sus gastos.
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Igualmente, Richard indicó que ya no quiere apelar a la solidaridad ciudadana de las personas, pues refiere que la ciudadanía no puede hacerse cargo de la responsabilidad del Estado. Detalló que sólo para sus gastos -no incluyendo a su familia- mínimamente necesita unos 6.000.000 mensuales.
“Me da mucha vergüenza pedir ayuda a la ciudadanía cuando el Estado es el que me debería estar ayudando”, mencionó.
En el 2016, Richard Ferreira fue víctima de gatillo fácil por parte de un grupo uniformados que le disparó en un procedimiento irregular y, como consecuencia, le dejó sin posibilidad de caminar.