Ayer se cumplió el cuarto día consecutivo de la manifestación ciudadana autoconvocada por redes sociales, con la diferencia de que los participantes se movilizaron en dos puntos específicos: en la esquina del Congreso Nacional y frente a la casa de Horacio Cartes.
El grueso de la gente se concentró en la zona del Parlamento, donde por momentos se produjeron escaramuzas. Participaron personas de todas las edades en ese repudio al Gobierno por la falta de medicamentos en los hospitales y la inconmensurable corrupción.
La fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, también fue blanco de las críticas por la impunidad que hay en los casos de corrupción y de nuevo se exigió la renuncia de Mario Abdo, de Hugo Velázquez y las demás autoridades.
Exigieron saber el destino de los US$ 1.600 millones tomados como préstamo y cuestionaron que haya escuelas destruidas, malversación de recursos y otros.
Un grupo de habitantes de Ciudad del Este que viajaba a Asunción fue retenido en Minga Guazú por parte de la policía en busca de impedir que siguieran camino, pero ellos no se detuvieron.
Un grupo más reducido se concentró frente a la casa del expresidente Horacio Cartes, donde se montó un fuerte dispositivo de seguridad con unos 70 policías, quienes instalaron vallas de hierro a fin de evitar que los ciudadanos lleguen nuevamente hasta el portón como ocurrió entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, cuando se produjo nuevamente una represión.