Así como en todo el país, el SARS-CoV-2 también llegó a las comunidades indígenas paraguayas, ya que, según la Dirección Nacional de Salud de los Pueblos Indígenas (Dinasapi), al cumplirse un año del inicio de la pandemia en nuestro país, hay a la fecha 77 comunidades en riesgo, 15 pueblos afectados y 264 casos confirmados. Además, en este periodo, 29 fueron los nativos fallecidos por la enfermedad.
Desde que el virus se instaló en las comunidades indígenas, el departamento de Boquerón se colocó como la región con más casos y el más golpeado, con 101 casos, seguido por Alto Paraná, con 48 contagiados, y Presidente Hayes, con 30. Le siguen Alto Paraguay, Central, Caazapá, San Pedro, Canindeyú y Amambay, sumándose recientemente a está lista los departamentos de Caaguazú e Itapúa, con un caso respectivamente.
Con relación a los fallecidos por la enfermedad, los informes de Dinasapi indican que Filadelfia y Mariscal Estigarribia son las ciudades con más decesos a causa del virus, con 7 y 6 defunciones respectivamente. Le siguen Villa Hayes, Mariano Roque Alonso, Loma Plata, Benjamín Aceval, Carmelo Peralta y Puerto Casado, además de Naranjal, Yasy Kañy y Naranjal.
No se puede olvidar que los cuidados sanitarios por parte de los pueblos nativos son casi nulos, ya que muchos han mantenido la posición de rechazar, por ejemplo, el uso de tapabocas. Además, el aumento de contagios que se registra desde finales de noviembre en las comunidades indígenas del país se inició coincidentemente tras las numerosas manifestaciones realizadas por el sector en la capital del país.