Los agentes se trasladaron hasta una extensa zona boscosa ubicada dentro del establecimiento rural Santa Rosalina, donde detectaron una enorme cantidad de marihuana acopiada. Los intervinientes manejaban datos acerca de la existencia de un “depósito” como es conocido este tipo de lugares en el ámbito del narcotráfico. Generalmente queda en una zona alejada de los puntos de cultivo para disminuir la posibilidad de ser detectada.
La comitiva encabezada por el fiscal de la Unidad de Lucha Contra el Narcotráfico, Celso René Morales, contabilizó 29.660 kilos de marihuana picada, distribuidos en 1.483 bolsas tipo arpillera. Por otro lado, detectaron 1.129 Kilos de marihuana tipo marroquí, distribuidos en 60 bloques prensados, según informó Abelino Valdez, subjefe del mencionado órgano de combate a las drogas.
La marihuana marroquí tiene una cotización muy superior a la marihuana convencional en el mercado brasileño por lo que se convirtió en un rubro bastante pretendido por los cultivadores. El golpe representa una importante pérdida a los narcos de la zona.