González escapó el martes último a la madrugada, junto con otros tres detenidos, por un angosto espacio abierto en la reja del calabozo, cuyos barrotes fueron cortados.
González afirmó que ni él ni sus compañeros de celda cortaron los barrotes, sino que estos ya estaban de esa forma. “Uno de los muchachos se percató a los cinco días. Fue avisado desde Tacumbú. Parece que la gente que estuvo ahí anteriormente había cortado”, comentó.
Al ser consultado sobre el llamativo hecho de que ningún policía se percatara del proceso de fuga, González dijo que él y sus compañeros de celda no hicieron ruido al salir y que sería difícil que alguien los hubiese escuchado “porque el guardia estaba lejos del calabozo”, indicó.
Agregó que huyeron por el techo para ganar la calle, y que él después tomó un taxi.
González fue capturado el 8 de febrero en un operativo policial en Calle’i, San Lorenzo, horas después de la detención de dos asaltantes en Itá, que serían parte de su banda.
Había sido detenido en varias ocasiones desde 2005 por asaltos y otros delitos, pero nunca pasó mucho tiempo en la cárcel, ya que era beneficiado con medidas alternativas a la prisión, y al recuperar su libertad volvía a delinquir.
Su último arresto fue en agosto de 2019 por su presunta participación en un asalto a la sucursal de Visión Banco en Cruce Liberación, de San Pedro.