Roque Pyguasu y su banda se burlan de la Policía con escandalosa fuga

El peligroso asaltante Roque Jacinto González Almirón, alias Roque Pyguasu, se fugó ayer de madrugada de la sede de Investigaciones de Central, en San Lorenzo, con tres miembros de su banda tras cortar dos barrotes de la celda. Muchas dudas genera esto en la Policía.

Roque Jacinto González Almirón
Jesús Arnaldo Irala Hermosilla
Joel Mancuello Ferreira
Diego Rubén Duarte Sanabria
Los fugitivos cortaron dos barrotes del calabozo para escapar.
audima

SAN LORENZO (Antonia Delvalle Castillo, corresponsal). Además de Roque “Pyguasu” (48), se escaparon del calabozo de la base policial Diego Rubén Duarte Sanabria (32), Jesús Arnaldo Irala Hermosilla (33), alias Jesu’i o Flaco, y Joel Mancuello Ferreira (28), alias Loki.

Los tres escaparon tras cortar dos barrotes de hierro de la puerta de la celda donde estaban, cuyo grosor es similar al diámetro de una moneda de G. 1.000 y el espacio logrado es de 30 por 60 centímetros, por el que fácilmente podría pasar una persona por vez.

Así señaló a ABC el fiscal Julio Ortiz durante la inspección realizada en la base policial.

“Lo hicieron gastando los barrotes con una sierrita, trabajo que creen les pudo llevar dos días porque debían hacerlo a las escondidas”, dijo el titular de la repartición policial, comisario principal Ignacio Muñoz.

Expresó que se presume que la fuga se concretó alrededor de las 01:30 de ayer, poco después de la última ronda de las 01:00. Tampoco descarta ninguna hipótesis como, por ejemplo, la supuesta complicidad de algunos agentes policiales.

“La forma de cómo ganaron la calle me cala hondo a mi equipo de trabajo y a mí que llevamos adelante la investigación para la detención de estos cuatro ciudadanos. Además, arrimamos indicios elementales para que el Ministerio Público pueda utilizar como prueba y que iban a ayudar a que un buen tiempo estén en la cárcel. Vamos a redoblar esfuerzo para detenerlos de vuelta, creo en la capacidad de mi personal”, sostuvo Muñoz.

Se cree que los fugitivos tomaron una escalera ubicada cerca del calabozo y que conduce a la habitación de descanso del personal.

Desde allí habrían pasado al techo y se sospecha que para ganar la calle, usaron una columna de metal para descender y huir.

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